Sean o no el espejo del alma, lo que sí pueden ser tus ojos es un sistema de alerta para saber si algo en tu organismo no va bien.

Cualquier dolor en este órgano es motivo de consulta médica. Además la visión borrosa es un signo claro de diabetes. Especial atención requiere una visión doble, pues podría revelar un problema neurológico, autoinmune u otros potencialmente graves. La pérdida parcial o total de visión también podría alertar de un ictus.

Los cambios físicos en los ojos pueden asimismo revelar mucho sobre tu salud en general, como explica en The Conversation Bárbara Pierscionek, profesora de la Universidad Anglia Ruskin. Estas son algunas de las señales de alarma a las que debes prestar atención.

Tamaño de la pupila

La pupila responde a la luz, se hace más pequeña en ambientes luminosos y más grande en condiciones de oscuridad. Cambios que realiza de manera inmediata. 

"Las respuestas lentas o retardadas en el tamaño de la pupila pueden apuntar a varias enfermedades que pueden incluir afecciones graves como la enfermedad de Alzheimer, así como al efectos de uso de medicamentos y la evidencia del uso de drogas", señala la autora.

Ojos rojos o amarillos

La parte blanca del ojo, llamada esclerótica, es una capa protectora que cubre más del 80% de la superficie del globo ocular. Una esclerótica sana es blanca, por lo que cualquier cambio de tonalidad es señal de que algo no va bien.

Un ojo enrojecido e inyectado en sangre puede haber un exceso de alcohol. También puede deberse a una irritación que pasa sola en unos días.

"Si el cambio de color es persistente, puede ser señal de una infección más grave, una inflamación o una reacción a las lentes de contacto o a sus líquidos. En casos extremos, el enrojecimiento indica glaucoma, una enfermedad que puede conducir a la ceguera", enumera Pierscionek

Si se vuelven amarillos, conocido como ictericia, es porque algo sucede en tu hígado. Entre las causas, una "inflamación del hígado (hepatitis), las afecciones genéticas o autoinmunes y determinados medicamentos, virus o tumores".

Mancha roja

Una mancha de color rojo sangre en la parte blanca del ojo es lo que se conoce como hemorragia subconjuntival. Es el resultado de la rotura de un pequeño vaso sanguíneo localizado.

Sin embargo, según la especialista, también podría indica "hipertensión arterial, diabetes y trastornos de la coagulación de la sangre que provocan una hemorragia excesiva". Los medicamentos anticoagulantes, como la aspirina, también pueden ser la causa.

Anillo alrededor de la córnea

El arco senil es el nombre de un anillo blanco o gris claro que se forma alrededor del borde de la córnea, que suele aparecer en edades avanzadas. A esta edad generalmente no deben causar preocupación alguna, según la Asociación Estadounidense de Oftalmología.

Pero en etapas más tempranas puede ser un signo que alerta de niveles altos de colesterol y un mayor riesgo de enfermedad cardíaca.

Bulto de grasa

Según Pierscionek , un bulto de grasa amarillento en la parte blanca del ojo es una pinguécula, un pequeño depósito de grasa y proteínas. Y suele solucionarse con gotas oculares o con una simple operación.

Por su parte un pterigión es un crecimiento anormal de la zona rojiza de la conjuntiva, que va invadiendo la córnea. "Afortunadamente, los pterigiones crecen muy lentamente. Al igual que la pinguécula, puede eliminarse fácilmente. De hecho, debe eliminarse mucho antes de que llegue a la córnea".

Uno de los principales factores causantes tanto de la pinguécula como del pterigión podría ser la exposición crónica a la luz ultravioleta del sol.

Ojos saltones

Si no se trata de un rasgo facial, sino que los ojos comienzan a sobresalir, es muy posible que se deba a un problema con la glándula tiroides, y necesita atención médica. 

Si en cambio se da en un solo ojo, "puede estar causado por una lesión, una infección o, más raramente, por un tumor detrás del ojo".

Párpados hinchados o con espasmos

Los párpados también pueden indicar muchas enfermedades. Entre las más comunes está el orzuelo o el chalazión. Aparece como un bulto rojo en el párpado superior y, con menos frecuencia, en el inferior, y está causado por una glándula sebácea obstruida. 

Lo normal es que el orzuelo desaparezca por sí solo o con compresas calientes, nunca aplicando frío. Si persiste,deberá ser extirparlo con un procedimiento sencillo.

Un párpado tembloroso suele parecer mucho más de lo que en realidad es. En la mayoría de los casos, es perfectamente inofensivo y relacionado con el estrés, el desequilibrio de nutrientes o el consumo de demasiada cafeína.