¿Por qué están bajando los precios del petróleo, la gasolina y el gas si no se ha acabado la guerra en Ucrania?

Desde que el 24 de febrero comenzó la invasión de Ucrania por parte de Rusia, el conflicto bélico ha sido un argumento recurrente para justificar la incesante subida de los precios del petróleo, de la gasolina, del gas, de la luz... pero también de los alimentos, la ropa o las materias primas. La tendencia alcista no excluye casi a ningún sector, como demuestra una inflación que ha pulverizado todo tipo de récords. 

La guerra en Ucrania es una de las patas sobre las que se asienta este crecimiento imparable de precios que impacta directamente en el bolsillo de los ciudadanos. 

Pero hay más razones que empujan los precios hacia arriba. De hecho, en los últimos meses el coste del petróleo, del gas o de la gasolina está decreciendo, a pesar de que las hostilidades en Ucrania parecen muy lejos de detenerse. ¿Por qué?

1. ¿Cómo ha evolucionado el precio del petróleo desde que comenzó la guerra en Ucrania?
2. ¿Por qué subió tanto el precio del petróleo tras la invasión de Ucrania?
3. ¿Por qué está bajando el precio del petróleo?
4. ¿Cómo afecta el precio del petróleo al de la gasolina?
5. ¿Cómo ha variado el precio del gas?
6. ¿Qué pasará con el gas y con el precio de la luz?

¿Cómo ha evolucionado el precio del petróleo desde que comenzó la guerra en Ucrania?

El día que Rusia invadió Ucrania, el precio del petróleo Brent, según el Departamento de Energía de Estados Unidos, era de 101 dólares por barril. 

Cuatro meses después llegó hasta los 128 dólares, un aumento del 26,8%, antes de comenzar a bajar. 

El pasado 26 de septiembre, medio año después de que comenzara la guerra, el precio del barril apenas superaba los 82 dólares.

Los futuros del Brent han seguido una tendencia similar, tocando máximos en junio por encima de los 123 dólares para caer sobre los 91 dólares a principios de octubre, por debajo del precio cuando estalló la guerra.

¿Por qué subió tanto el precio del petróleo tras la invasión de Ucrania?

Para responder a esta pregunta, es clave saber cómo se calcula el precio del petróleo. Miguel Morales, profesor en EAE Business School y en la Universidad Rey Juan Carlos, apunta a la ley de la oferta y la demanda. 

Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía del Instituto de Ingeniería de España (IIE), da alguna clave extra: "Depende también de cada tipo de petróleo, del lugar en el que se extraiga. Por ejemplo, si has hecho una refinería para el petróleo ruso, no te vale para otro". 

Entonces, ¿por qué subió tanto el precio del petróleo los meses posteriores a que Vladímir Putin invadiera Ucrania? Porque disminuyeron las exportaciones, apunta Moratilla.

Aporta además un dato paradójico: "Rusia ha llevado todo su crudo a refinar, sobre todo, a India y a los países asiáticos. Europa ya no compra petróleo directamente a Rusia, pero sí importa productos derivados del petróleo —como la gasolina o el diésel— que parten del crudo ruso, pero que ahora se refina en India. Antes ese petróleo se refinaba en Europa".

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En un primer momento, explica Morales, "hubo una contracción de la oferta, debido a las sanciones occidentales a Rusia y por eso subió el precio. Pero este país ha encontrado otros caminos para saltarse ese bloqueo porque tiene que financiar la guerra".

En su opinión, Rusia ha tenido un problema: "Históricamente ha basado toda su economía en que una serie de personas, los oligarcas rusos, se apropiaran de las materias primas y las comercializaran, pero no han sabido llevar al país hacia la creación de valor añadido. No tenemos ordenadores rusos. No exportan productos, solo materias primas". 

¿Por qué está bajando el precio del petróleo?

Para Moratilla, el retroceso en el precio del petróleo "es algo coyuntural, en cuanto la demanda se recupere, volverán a subir los precios. O en cuanto, por la guerra, la oferta de petróleo sea cada vez menor". 

El profesor de EAE argumenta que esta bajada se debe a las medidas de Occidente para tratar de aumentar la oferta, por ejemplo, con la liberación por parte de Estados Unidos de un millón de barriles diarios durante 180 días. Esto ha hecho que crezca la oferta, señala, mientras que "la demanda se ha contenido y los precios han bajado". 

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A este aumento de la oferta también ha ayudado, señala Morales, el hecho de que varios países con altos costes de extracción, que estaban ofertando menos, "han comprobado que con estos nuevos precios les es factible producir".

"No creo que se vuelven a disparar [los precios del petróleo], aunque tampoco pienso que vayan a seguir a la baja. Si eso sucede, será porque Rusia tiene grandes problemas de financiación y porque hay una recesión económica". 

¿Cómo afecta el precio del petróleo al de la gasolina?

El momento en el que el ciudadano de a pie se empieza a preocupar por los costes del petróleo es cuando para con su vehículo en la gasolinera y ve que los precios se han disparado. 

En febrero de 2022 (mes en el que comenzó la guerra en Ucrania), con datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el precio medio de la gasolina 95 fue de 1,575 euros por litro. Se disparó un 33,2% en junio (2,098 euros) y bajó un 17,95% en septiembre (1,721 euros).

En el caso de la gasolina 98, su precio medio en febrero fue de 1,718 euros por litro. Llegó a los 2,223 euros en junio (+30,03%) y cayó a los 1,878 en septiembre (-15,95%). 

Y, en el diésel, también ha habido gran oscilación de precios: 1,464 euros en febrero; 2,023 euros en junio (+38,16%) y 1,868 euros en septiembre (-7,69%).

A estos precios, a la hora de hacer la recarga de carburante, hay que restar los 0,20 euros por litro de descuento que el Gobierno decretó el pasado 1 de abril de 2022 y que, de momento, se mantendrán hasta el 31 de diciembre de 2022.

En ocasiones, un usuario puede ver que los precios del petróleo están bajando, pero el carburante sigue muy alto. O viceversa (aunque en menos ocasiones), ¿cuál es el motivo? 

Morales señala que, desde que se extrae el petróleo hasta que se produce la gasolina, hay todo un proceso de transporte y transformación. Es decir, pasa un tiempo entre que se extrae y llega a los tanques de la petrolera. Además, resalta, "las compañías siempre van a anticipar las subidas de costes y a retrasar las bajadas".

Moratilla es la que recurre ahora a la ley de la oferta y la demanda: "Si se ha comprado un cargamento de gasolina que viene de India a buen precio, lo adquirirás barato y lo venderás barato; si no hay disponible, compras y vendes más caro". 

Asegura que el descenso en los precios de la gasolina también es algo coyuntural y que volverá a subir, sobre todo, "cuando quiten el descuento: el de ahora es un precio manipulado". 

¿Cómo ha variado el precio del gas?

De la electricidad, y, por tanto, del gas que marca el precio de la misma en el mercado mayorista, se ha hablado (y se hablará) largo y tendido. 

El precio de los futuros del gas natural era de 4,568 dólares el 24 de febrero de 2022. Comenzó a subir y llegó a los 9,322 dólares el 6 de junio, lo que implicaba un crecimiento del 104,35%. Posteriormente, como en el caso del petróleo, inició un rally bajista que le ha llevado a valer 6,831 dólares en estos momentos, es decir, un 26,8% menos.

En lo que se refiere a los futuros del gas natural TTF, también con datos de Investing, han pasado de los 134,35 euros el día en el que comenzó la guerra en Ucrania, a los 339,15 euros el 26 de agosto. Ergo, se dispararon un 152,47%. Después llegó la bajada y, en la actualidad, se sitúa en 173,685 euros (-48,79%).

El motivo del descenso, como en el caso del petróleo, apunta Moratilla, tiene que ver con variables coyunturales. También lo cree Morales: "Está bajando porque se han establecido unos topes y ha habido una reducción de la demanda".

¿Qué pasará con el gas y con el precio de la luz?

Al igual que es al aparcar en la gasolinera cuando el ciudadano se preocupa por los precios del petróleo, es al llegar la factura de la luz el momento en el que se percata de lo elevado de los precios del gas y, por tanto, de la electricidad, puesto que es la tecnología más cara (el gas) la que fija el precio de todo en el mercado mayorista. 

El precio de la luz en España entró en una veloz tendencia alcista antes de la guerra de Ucrania; de hecho, desde octubre de 2021 el Gobierno de Pedro Sánchez estaba solicitando en Europa alguna medida para contrarrestar tal crecimiento. Sus propuestas fueron desdeñadas hasta que se acabó aceptando la conocida como excepción ibérica, que entró en vigor el 14 de junio de 2022.

El 24 de febrero de 2022, el coste de la electricidad en España era de 205,6 euros. Menos de un mes más tarde (el 8 de marzo) marcó un máximo de 544,98 euros: subida del 165,07%. El precio de la luz el 7 de octubre es de 154,37 euros (-71,67%).

Ninguno de los 2 expertos consultados por este medio son optimistas. Moratilla afirma que en España vamos a tener un problema, ya que Naturgy tiene que negociar el nuevo contrato con Argelia, "y es muy probable que nos suban el precio". 

Naturgy es la principal compradora española de gas argelino, merced a un acuerdo con la compañía estatal argelina Sonatrach para el suministro a través del gasoducto Megdaz. Dicho acuerdo vence en 2030, y los precios en él estipulados se revisan periódicamente. 

Tras el empeoramiento de las relaciones entre España y Argelia, debido al cambio de rumbo español en el Sáhara, se temía que las condiciones del contrato empeorarán. Y parece que así será. 

En un comunicado hecho público por la Comisión Nacional del Merdado de Valores (CNMV), el pasado 6 de octubre de 2022, Naturgy y Sonatrach anunciaron que habían llegado a una entente para la revisión de precio de sus contratos de aprovisionamiento de gas natural. 

No se trata dicho coste en el comunicado, pero ese mismo día, en un evento organizado por la CEOE, el presidente de Naturgy, Francisco Reynes, confirmaba las sospechas al reconocer que "los precios van a subir". 

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Morales se refiere al gran incremento de la demanda de gas que ha habido en los últimos años, debido al intento de descarbonización de las economías occidentales.

Pero las renovables tienen un problema, anota, "y es que no son una fuente de generación controlable, dan cuando la naturaleza lo permite. Por eso necesitas centrales que puedan funcionar cuando quieras y esas son las de gas". 

Durante bastantes años, señala el profesor respecto a la situación actual, ha habido la posibilidad de adquirir gas a buen precio desde Rusia (y España desde Argelia), y esto ha hecho que salieran los números. Hasta que el grifo se ha cerrado.