¿Qué consecuencias tiene la falta de sueño en la salud a partir de los 50 años?

A los 20 no te sacaban de la cama antes del mediodía y las noches sin dormir apenas te pasaban factura. Pero con la edad eso ha quedado atrás. A partir de los 40 tu sueño se ha hecho más ligero, incluso has empezado a notar que madrugas y te acuestas antes.

Se tiende a pensar que con la vejez las necesidades de dormir son menores. Pero es solo un mito a desterrar. De acuerdo a la Sociedad Española del Sueño (SES) los jóvenes adultos (entre 18 y 25 años) tienen las mismas necesidades de descanso que los adultos mayores, recomendando una duración del sueño diaria de entre 7 y 9 horas. 

Asegurarse este descanso es clave para el bienestar, pues dormir es un pilar de la salud, como la dieta y el ejercicio. Más importante aún si cabe a medida que se cumplen años. La falta de sueño a partir de los 50 se ha relacionado con un envejecimiento acelerado y mayor propensión a enfermedades crónicas.

Las consecuencias para la salud a largo plazo de dormir mal incluyen presión arterial alta, aumento de peso, ictus, ataque cardíaco, diabetes, problemas de memoria e incluso un mayor riesgo de muerte, resume la doctora Deborah Freeland, profesora asistente de Medicina Interna y miembro de la División de Medicina Geriátrica de UTSW.

Los estudios evidencian una relación en forma de U entre la duración del sueño y la mortalidad: dormir regularmente menos de 5 horas diarias o más de 9 horas aumenta el riesgo de muerte. También de mayor deterioro cognitivo y demencia.

La falta de sueño acelera el envejecimiento

Un estudio de la University College de Londres reveló una relación entre dormir menos de 5 horas a partir de los 50 y un mayor riesgo de problemas cardíacos, diabetes o cáncer. Tras analizar a más de 7.000 pacientes, un sueño breve a esa edad se asoció con un 20% más de probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. A los 60 años el riesgo aumenta a un 32%  y a un 40% a partir de los 70.

Un sueño insuficiente, roncar, acostarse tarde y experimentar somnolencia diurna conlleva además una pérdida de aproximadamente 2 años de salud cardíaca, apunta una reciente investigación de la universidad de Sídney.

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La científica Diane Lauderdale, de la Universidad de Chicago, y su equipó descubrieron que dormir menos de 6 horas por noche se asocia con una mala salud entre las personas mayores. Mientras que un grupo de investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles cuantificó que una noche de privación parcial del sueño activa genes relacionados con el envejecimiento biológico a partir de los 60. 

Los investigadores señalan que estos hallazgos sugieren que la falta de sueño puede aumentar el riesgo de enfermedades crónicas al "activar las vías moleculares que impulsan el envejecimiento biológico".

En este sentido, una revisión de 72 estudios que englobó a 50.000 participantes sostiene que los trastornos del sueño están relacionados con aumentos en los marcadores sanguíneos de inflamación.

Cómo dormir bien con la edad

Al traspasar la frontera de la mediana edad el sueño se vuelve más ligero. Los niveles de melatonina, hormona que favorece la somnolencia, disminuye a medida que se envejece.

Es probable que los achaques entorpezcan un descanso como es debido. Las causas médicas del insomnio pueden incluir apnea obstructiva del sueño, dolor en las articulaciones, enfermedades cardíacas, reflujo u micción nocturna. Los medicamentos pueden alterar el sueño al igual que el consumo de alcohol, que favorece un sueño menos profundo.

Todo esto puede tratarse, con el objetivo de no alterar las horas de sueño necesarias para una salud óptima a medida que se cumplen años.