La IA podría hacerte mejorar en el trabajo o hacer que te despidan: ¿qué pasará con tu puesto?

No hay nada seguro sobre el futuro de las tecnologías de IA, pero hay tres cosas cada vez más claras.

1. Es probable que la IA afecte o cambie millones de puestos de trabajo en los próximos años.
2. Probablemente, hará que algunos trabajadores sean más productivos.
3. Es probable que sustituya a algunos trabajadores.

La pregunta del millón es: ¿cuántos trabajadores y en qué puestos de trabajo es más probable que se produzcan los efectos positivos y negativos de la IA?

Según un informe de la Casa Blanca publicado en marzo por el Consejo de Asesores Económicos de Estados Unidos, el 20% de los trabajadores trabaja en empleos de "alta exposición" que tienen más probabilidades de verse afectados por la adopción de tecnologías de IA.

Para estar seguros, los autores no sugieren que el 20% de los ciudadanos vayan a ver sus puestos de trabajo sustituidos por la IA. Esto se debe a que cambios laborales relacionados con IA podrían afectar a una tarea laboral pero dejar intactas todas las demás. Además, estos cambios podrían tener consecuencias positivas para los trabajadores.

Dicho esto, en el caso de que se produzca algún tipo de sustitución laboral por IA, algunos trabajadores podrían correr más riesgo que otros.

"Algunos trabajadores suelen beneficiarse del cambio tecnológico, ya sea porque la tecnología en evolución les ofrece nuevas oportunidades en el mercado laboral o porque mejora su productividad en su trabajo actual", resume el consejo. "Por el contrario, algunos se ven perjudicados, normalmente debido al desplazamiento de puestos de trabajo".

Las conclusiones del consejo ponen de relieve lo que podría ser una realidad del próximo auge de la IA: será bueno para algunos trabajadores y malo para otros. Mientras que la adopción de tecnologías de IA podría ayudar a algunos trabajadores a ser más productivos, dedicar menos tiempo a tareas aburridas, ganar salarios más altos e incluso tener una semana laboral de cuatro días, otros podrían enfrentarse a una mayor competencia, ganar salarios más bajos o incluso ver cómo la IA sustituye sus puestos de trabajo.

Los empleos con salarios más bajos son los que corren más riesgo de ser sustituidos por la inteligencia artificial

El informe no destaca los puestos de trabajo o sectores específicos que tienen más probabilidades de verse afectados negativamente por la IA.

Pero el consejo explica que los trabajadores con mayor riesgo de sustitución cumplen dos criterios: sus puestos de trabajo están muy expuestos a la IA y tienen menores "requisitos de rendimiento", lo que significa que sus tareas laborales cuentan con un menor grado de "dificultad o complejidad" que pueden ser más susceptibles de ser automatizadas.

Según el informe, el 10% de los trabajadores en Estados Unidos cumplen ambos criterios. Suelen ser trabajadores con ingresos bajos y sin titulación universitaria.

Los resultados "sugieren que la IA puede ser una tecnología con sesgo de cualificación, aumentando la demanda relativa de trabajadores con altos niveles de educación en ocupaciones de altos ingresos", explica el consejo. "También sugieren que la IA podría exacerbar la desigualdad de ingresos agregados si sustituye el empleo en trabajos con salarios más bajos y complementa los trabajos con salarios más altos".

El informe ha descubierto que el grupo de trabajadores cuyos puestos de trabajo estaban entre los más expuestos a la IA —personas con una licenciatura— eran los menos propensos a tener un puesto de trabajo de alta exposición con requisitos de bajo rendimiento, la combinación de funciones con mayor riesgo de sustitución.

La IA también sustituirá trabajos bien remunerados y con título universitario, según un profesor del MIT

Según el informe, el 21% de las personas con una licenciatura trabajaban en empleos muy expuestos a la IA. Sin embargo, solo el 6% trabajaba en empleos de alta exposición que también tienen bajos requisitos de rendimiento. Por el contrario, el 17% de los graduados en educación secundaria tenían empleos muy expuestos a la IA, y el 14% tenían empleos con alta exposición a la IA y bajos requisitos de rendimiento.

Esto sugiere que los trabajadores con estudios universitarios podrían ser más propensos a ver los beneficios de productividad de la IA, en lugar de ver sus puestos de trabajo sustituidos por estas tecnologías, teoriza el consejo.

Mientras tanto, el 20% de las mujeres tenían empleos muy expuestos a la IA, frente al 19% de los hombres. El 12% de las mujeres tenían empleos que se ajustaban tanto a los criterios de alta exposición como a los de bajos requisitos de rendimiento, frente al 9% de los hombres.

El mundo no es blanco o negro, por lo que es poco probable que el impacto de la IA en los trabajadores tampoco lo sea. Eso significa que es improbable que cada trabajador cuyo puesto de trabajo cambie debido a la IA pueda clasificarse claramente en un grupo de "cambio bueno" o "cambio malo".

El informe cita el ejemplo hipotético de un autobús escolar que puede conducirse solo, lo que, en teoría, podría dejar obsoleto el trabajo del conductor. En este caso, el autobús necesitaría probablemente un adulto para supervisar a los niños.

"La automatización impulsada por la IA podría cambiar fundamentalmente el trabajo del conductor de autobús escolar, pero es poco probable que elimine el trabajo", explica el informe.

En este ejemplo, el conductor de autobús conserva su empleo —un buen resultado—, pero la naturaleza de su trabajo ha cambiado sustancialmente.

Los grandes cambios económicos tienden a ayudar a algunos trabajadores y perjudicar a otros

El auge de la IA no sería el primer cambio importante en la economía mundial que tiene repercusiones divergentes en los trabajadores.

Cuando China se convirtió en uno de los principales actores del comercio mundial en la década de 1980, algunos economistas argumentaron que la avalancha de productos de bajo coste era positiva para Estados Unidos, aunque se perdieran algunos puestos de trabajo en el sector manufacturero nacional.

"Las personas que perdieron su empleo pierden dinero por el choque con China, pero el resto de nosotros obtenemos productos baratos en Walmart y Target o lo que sea", dijo anteriormente a Business Insider el economista ganador del Premio Nobel Angus Deaton. "Y el teorema dice que el valor de lo que nosotros ganamos es mayor que el valor de lo que ellos pierden".

Deaton afirma que cada vez duda más acerca de si esta compensación haya merecido la pena.

Queda por ver si las compensaciones derivadas del auge de la IA serán positivas para los estadounidenses. Recapacitar a los trabajadores que pierden su empleo debido a la IA podría ayudar a mover la balanza en una dirección más positiva.

Pero como ilustra el ejemplo de la globalización de Deaton, Estados Unidos no tiene un gran historial de ayuda a los trabajadores desplazados para encontrar nuevos empleos.