El estrés se ha convertido en un problema de salud cada vez más presente en las personas. Siete de cada diez españoles han experimentado estrés en el último mes, según el IV Estudio de Salud y Estilo de Vida de la aseguradora de salud Aegon, en colaboración del Consejo General de la Psicología de España.

Los síntomas del estrés pueden afectar al cuerpo, los sentimientos y la mente. Por eso es importante conocer las señales que alertan de su presencia para no perjudicar tu salud. Altos niveles de estrés no controlados pueden derivar en problemas como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, accidentes cardiovasculares, obesidad y diabetes.

Si el problema es demasiado recurrente lo mejor es visitar a un profesional para que pueda tratarte correctamente. Aunque si se trata de algo puntual, existen métodos efectivos para reducir el estrés, algunos con resultados en el momento, y estos son algunos respaldados por la ciencia.

Meditar puede ayudarte a reducir el estrés y ansiedad: estos consejos te ayudarán a hacerlo cuando no tienes ni idea de cómo empezar

Tomar una ducha

Darte una ducha puede ser renovador para ti. Tanto los baños fríos como con agua caliente tienen efectos positivos sobre los niveles hormonales que pueden reducir el estrés: desde disminuir el cortisol hasta aumentar los niveles de oxitocina. Y no son los únicos beneficios que una buena ducha puede aportarte.

Ducharse produce una sensación de calma sobre el cuerpo cuando el agua golpea la piel. El acto de limpiar puede ser gratificante hasta el punto de interrumpir la respuesta al estrés. Con una buena ducha sentirás que tu mente se encauza a un lugar mejor.

Pasar tiempo en la naturaleza

No se trata de realizar una escapada. Cuando sientes que el estrés te está dominando, pero necesitas dejarlo a un lado de forma inmediata, un paseo de varios minutos por la naturaleza puede ayudarte. Puede ser un parque al lado de tu casa siempre que te permita sentir esa conexión con el mundo natural.

Han sido varias las investigaciones que han señalado los beneficios de pasar tiempo en la naturaleza. Esta simple actividad, aunque se lleve a cabo durante unos minutos, es un factor clave para tener una buena salud mental.

Respirar hondo

Los humanos saben desde hace mucho tiempo que la respiración puede calmar la mente. Al menos si el aliento exhalado es más largo que el inhalado. Eso indica al cerebro que todo está bien. Por eso los ejercicios de respiración que siguen este patrón son tan efectivos para reducir el estrés.

En un estudio de Stanford Medicine, publicado en Cell Reports Medicine, se ha encontrado que esta respiración tiene un efecto mayor en el estado de ánimo de las personas que otros patrones. Incluso se ha demostrado que con solo cinco minutos de práctica se pueden empezar a sentir esos efectos positivos.

Mascar chicle

Quizás te pueda resultar raro, pero masticar chicle puede ayudarte a reducir el estrés, según ha recogido Forbes. Se han realizado varios estudios sobre los efectos que tiene mascar chicle sobre esta reacción del cuerpo ante un desafío.

Aunque bien es cierto que masticar chicle puede que no sea suficiente para eliminar el estrés por completo, sí que se ha demostrado que puede ayudarte a sentirte más relajado, y así poder afrontar mejor los retos que se te pongan por delante.

Escuchar música

Existe música que mejora la concentración, también música que fomenta la productividad y, por supuesto, música que te haga desconectar. Lo cierto es que escuchar música sirve para casi todo. También para reducir los niveles de cortisol, la sensación de ansiedad y aumentar las endorfinas.

Los estudios han demostrado que escuchar música, aunque sean un par de canciones, te conducirán a un lugar feliz que ayude a restablecer tu cerebro. Durante un rato dejarás atrás las preocupaciones y, cuando vuelvas a la realidad, tus emociones positivas estarán por todo lo alto.