¿Y si nadie quiere un Tesla barato?

Matt Turner,Hayley Peterson
| Traducido por: 
Elon Musk Feb 2024 Los Angeles.

Lisa O'Connor/AFP/Getty Images

  • Tesla ha presentado unos resultados decepcionantes en el primer trimestre. Sin embargo, los inversores han festejado la promesa de Elon Musk de que se acelerará la llegada de modelos más baratos.
  • Eso presupone que mucha gente ahora mismo quiere comprar un Tesla pero no puede permitírselo.

Los resultados del primer trimestre de Tesla se han traducido en buenas y malas noticias.

Primero, las malas: los ingresos y beneficios se quedaron por debajo de las expectativas de Wall Street y, además, la compañía ahora presenta un flujo de caja libre negativo.

Pero también hay una buena noticia: hay Teslas más baratos en camino.

El plan de Tesla de acelerar el lanzamiento de nuevos modelos —incluidos coches más asequibles— y las conversaciones sobre un servicio de robotaxi bastaron para que el precio de las acciones de la compañía se disparara a pesar de los malos resultados.

La reacción de los inversores sugiere que Wall Street se ha creído la idea de que unos coches más baratos ayudarán a resolver algunos de los problemas de demanda de Tesla.

El crecimiento de las ventas de coches eléctricos se ha ralentizado en parte porque la mayoría de las opciones son más caras que la compra media de un coche (tanto en Estados Unidos como en otros países). O, al menos, eso dice la teoría.

"Si tienes un gran producto a un gran precio, las ventas serán excelentes", afirmó el martes el Elon Musk, CEO de Tesla, en la conferencia con analistas e inversores tras la presentación de resultados.

Puede que tenga razón. Pero Tesla no es un producto cualquiera. Incluso a un precio más bajo, por ejemplo, 25.000 euros, representa una compra muy importante, probablemente una de las más caras que hace una persona a lo largo de su vida.

Así que veamos por un segundo por qué un precio de entrada más bajo podría no ser la panacea para Tesla.

Infografía de Elos Musk.

Pasar del gas a la electricidad es un gran negocio

Hasta ahora, muchos compradores de coches eléctricos han sido early adopters ——aquellos que suelen probar antes que nadie una tecnología—,  pero hay muchísimos más compradores de coches a los que aún hay que convencer. Es en parte la razón por la que los híbridos han tenido su momento, como paso intermedio de los coches de gasolina a los vehículos totalmente eléctricos.

Es posible que haya muchos más compradores a los que les encantaría comprar un Tesla, pero no puedan permitírselo. ¿Qué volumen tiene ese grupo de compradores? No está claro.

"Estos nuevos modelos siguen planteando muchas preguntas nuevas sin respuesta, y Tesla no las ha respondido, lo que nos hace pensar que muchas cosas están aún en proceso de cambio", afirma UBS.

"¿Qué son en realidad y a qué comprador se dirigen más allá del 'menor coste'? Un menor coste puede no ser suficiente debido a los bajos precios de los Tesla de segunda mano", añade.

Para contextualizar, una búsqueda rápida en Carvana —una conocida plataforma en Estados Unidos de compraventa de coches usados— desvela que hay un montón de Teslas usados con precios entre 25.000 y 30.000 dólares. Muchos de ellos han bajado de precio recientemente.

¿Son una buena oferta? Es difícil saberlo. Los datos de reventa de coches eléctricos de segunda mano son escasos, y la longevidad de las baterías es desigual a medida que mejora la tecnología.

Las infraestructuras siguen siendo un reto

Los coches eléctricos también requieren una infraestructura totalmente distinta a la de los vehículos de gasolina, y la preocupación por la autonomía de la batería y las estaciones de carga sigue siendo un problema real para los propietarios de vehículos eléctricos.

El número de estaciones de carga —todavía muy bajo en España— ha crecido gradualmente a lo largo de los años, pero los operadores han tenido problemas de mantenimiento y tiempo de actividad, tanto en países como España como en Estados Unidos. Al otro lado del Atlántico, otro problema añadido es que en muchos casos esas estaciones de carga carecen de baños o tiendas como sí sucede en las gasolineras tradicionales. Además, hay que tener en cuenta que una carga completa de un Tesla puede llevar hasta 30 minutos.

Quizá la infraestructura no sea una preocupación fundamental para el arquetipo de early adopter de un Tesla: alguien que podría ser un empleado del sector tecnológico en California con enchufes en su garaje o en la entrada de su casa, y también en su oficina. Hay muchos otros compradores de Tesla, por supuesto, pero a medida que Tesla introduzca modelos de menor coste en busca de compradores diferentes, las necesidades cambiarán.

Los compradores actuales de un Honda Civic o un Toyota Camry, dos de los coches que más circulan por las carreteras estadounidenses, quizá no estén dispuestos a invertir tiempo y dinero en perfeccionar su instalación de carga doméstica, que puede requerir que un electricista instale enchufes de alto voltaje en un lugar conveniente. Lo mismo se podría extrapolar de los compradores que optan por un Dacia Sandero, el número uno en España durante el año pasado.

Todo eso, además, contando que tengan su propia plaza de aparcamiento. La instalación puede resultar más complicada para quienes viven en edificios de apartamentos, pisos o cualquier otro tipo de vivienda, lo que también es una cuestión importante en España.

Musk y Tesla están politizados, al menos en Estados Unidos

Mientras Tesla intenta atraer a nuevos compradores potenciales con un coche más barato, tendrá que lidiar con el agrio sentimiento de los consumidores hacia el fabricante de vehículos eléctricos.

Según un análisis publicado recientemente por Reuters, el número de consumidores estadounidenses que afirman que considerarían la posibilidad de comprar un Tesla descendió al 31% en febrero, frente al 70% de noviembre de 2021. Algunos propietarios de Tesla habían declarado anteriormente a Business Insider que se estaban replanteando su fidelidad a la marca debido a las preocupaciones sobre Musk.

Tesla también se enfrenta a vientos en contra en China, donde está perdiendo terreno frente a feroces competidores locales como BYD.

BYD vende un modelo de coche eléctrico por menos de 10.000 dólares en China, mientras que el Model 3 de Tesla cuesta, en comparación, unos 32.000 dólares.

La cuota de Tesla en el mercado automovilístico chino cayó al 6,7% en el trimestre finalizado en diciembre, en comparación con una cuota del 10,5% en el primer trimestre del año pasado, según informó Bloomberg basándose en datos de la Asociación de Turismos de China.

El tiempo dictará sentencia para Tesla

Aún no está del todo claro cuándo podría llegar un nuevo modelo más asequible, aunque Musk dejó entrever la posibilidad de principios de 2025.

Elon Musk tiene un historial de promesas excesivas en cuanto a plazos. El Cybertruck, por ejemplo, debía entrar en producción en 2021, pero las entregas a los clientes no empezaron hasta finales de 2023.

Cuando llegue el coche barato, es posible que despegue. Renault, por ejemplo, ha tenido cierto éxito recientemente con coches eléctricos de bajo precio. Podría hacer más atractiva a Tesla en mercados como la India. Puede que el grupo de compradores de un Tesla barato sea enorme. Apostar contra Elon Musk ha sido una propuesta perdedora a lo largo del tiempo.

Pero vale la pena considerar lo que podría pasar si no es un éxito instantáneo.

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