Por qué los síntomas de ómicron se parecen más a los del resfriado y cómo diferenciarlos

Ómicron podría ser una variante crucial en la vida del coronavirus: muy contagiosa, con menos carga viral y eficaz evadiendo anticuerpos. 

¿Por qué? Porque el SARS-CoV-2, como cualquier otro patógeno viral, quiere sobrevivir viajando de huésped en huésped. Si los infectados se contagian gravemente y mueren, el virus no podría seguir propagándose y terminaría desapareciendo.

"Ómicron, por lo que nos está llegando en cuanto a la clínica, parece que incluso es una clínica más leve que la variante previa. Esto es normal. Los virus son organismos inteligentes y lo que quieren es sobrevivir. Para sobrevivir no tienen que matar al huésped", explicaba con anterioridad a Business Insider España la doctora Yvelise Barrios, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI).

Es por ello que la aparición de la variante ha vuelto a abrir el debate sobre el cambio de fase del COVID-19 de pandemia a endemia. 

Conforme a las declaraciones de la viróloga e investigadora del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Margarita del Val, en una entrevista con Business Insider España, el virus acabará convirtiéndose en un coronavirus catarral más, que afectará cada año a las personas más vulnerables. 

"[El coronavirus] se quedará como eso, como un virus respiratorio más en una población en general vacunada y que cada año dará la cara en los más débiles", defiende la experta. 

Pero, ¿es ómicron la variante definitiva para el paso de pandemia a endemia del COVID-19? 

Algunos expertos, tal y como había informado Business Insider España con anterioridad, creen que es muy pronto para confirmarlo. Pero, conforme a las declaraciones del epidemiólogo Mario Fontán a elDiario.es, es la evolución lógica de la pandemia si el SARS-CoV-2 no sufre mutaciones más peligrosas.

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Otros se han mostrado contrarios a la consideración de ómicron como una variante menos peligrosa en cuanto a la enfermedad que provoca. Según las declaraciones de Azra Ghani, coautora de un estudio del Imperial College de Londres, a The New York Times, no estamos en condiciones de tratar al coronavirus como un resfriado.  

Sin embargo, varias de las últimas investigaciones publicadas han evidenciado que la actual versión del SARS-CoV-2 puede provocar una enfermedad más leve que delta —la anterior variante de mayor preocupación—.

4 estudios realizados en Inglaterra, Escocia, Dinamarca y Sudáfrica demostraron que ómicron tenía entre un 40% y un 80% menos de riesgo de hospitalización que delta —a la que algunos llegaron a comparar con la gripe estacional—. 

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Cabe destacar que, cuando ómicron se empezó a propagar en Europa y tras su identificación en Sudáfrica, la variante se encontró con una población parcialmente inmunizada por las vacunas y la infección previa. Además, según los datos disponibles, los contagios se estaban dando mayoritariamente entre jóvenes. 

De facto, la investigación en la que participó Ghani, de la que había informado Business Insidercon anterioridad, evidenció que la variante es más eficaz infectando a personas con algún nivel de protección. Y, gracias a otro de los estudios preliminares publicados, ya se ha confirmado que ómicron triplica las probabilidades de reinfección en comparación con delta y beta.

A lo que se suma, en declaraciones del Dr. Jim McMenamin, director nacional de incidentes de COVID-19 en Public Health Scotland, que otra variable puede estar jugando a favor de ómicron: el tiempo. ¿Y si ómicron tan sólo necesita más tiempo para enfermar gravemente o deja peores secuelas?

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A pesar de las crecientes evidencias, tanto las que confirman que ómicron se comporta como un resfriado como las que sugieren ser precavidos con la variante, el conjunto de mutaciones parece provocar síntomas más leves que los de delta en los primeros días de la infección. 

Aunque puede provocar enfermedades graves incluso entre vacunados —las hospitalizaciones en Sudáfrica están incrementándose desde su propagación, según la OMS—. Asimismo, en palabras de Margarita del Val, aquellos que no han recibido ninguna dosis ni se han infectado previamente están como en los inicios de la pandemia. 

En ello coincide  William Hanage, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard, en declaraciones a The New York Times: 

"Si no estás vacunado y nunca te has infectado, es un poco menos grave que delta. Pero es menos grave igual que si dices "me han golpeado con un martillo en la cabeza en vez de con 2". Y es más probable que los martillos te golpeen ahora", dijo refiriéndose a la alta propagación de ómicron.

Ómicron se multiplica más fácilmente en la garganta y genera menor carga viral que otras variantes del coronavirus

Los síntomas de ómicron se pueden confundir con más facilidad con los de un constipado, posiblemente porque ómicron parece multiplicarse más en la garganta que en los pulmones, conforme a las declaraciones de Deenan Pillay, profesor de virología en el University College de Londres. 

Otra investigación, aún pendiente de revisión por pares, también ha destacado que la menor carga viral que genera ómicron encaja con la disminución observada en la gravedad clínica, la patología y la recuperación de los ratones infectados con ómicron en el estudio. 

Por este mismo motivo, otros han demostrado que la saliva es más fiable que la mucosa nasal para test de antígeno. Pero aún se necesita más investigación concluyente.

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No obstante, cabe destacar que algunos hallazgos han advertido que las mutaciones que ha sufrido el coronavirus esta vez también son más eficaces para la reinfección: ómicron triplica las posibilidades de contagiarte de nuevo en comparación con delta y beta. 

"La propagación reciente de la variante ómicron se ha asociado con una disminución del riesgo de infección primaria y un aumento del riesgo de reinfección", destacan los autores del estudio.

Y esta capacidad de propagarse y contagiar podría volver a amenazar con uno de los mayores miedos que han destacado las autoridades científicas: una variante mutante de escape, que sea capaz de eludir la respuesta inmunitaria.  

Aunque, explicaba con anterioridad a Business Insider España la doctora Yvelise Barrios, vocal de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), el sistema inmunitario está muy bien preparado en su vertiente celular para controlar todas estas variantes.

Los síntomas de ómicron y el resfriado en una imagen

Mientras las investigaciones avanzan, las poblaciones parcialmente inmunizadas se seguirán encontrando con ómicron y confundiendo sus síntomas con los del resfriado, la gripe e incluso las alergias en primavera. 

Algunas de las afecciones más típicas del COVID-19, la enfermedad que el coronavirus provoca, facilitaba la identificación de la misma. Pero la clínica ha ido evolucionando con las variantes del virus. Y síntomas como la pérdida del gusto y el olfato, la tos seca y persistente o la falta de aire han bajado en la clasificación de las afecciones más frecuentes. 

Después de delta, los principales 5 síntomas del COVID-19 eran los dolores de cabeza, el dolor de garganta, la secreción nasal, la fiebre y la tos persistente para los no vacunados. 

Los que sólo habían recibido una dosis de la vacuna tenían los mismos síntomas, intercambiando la fiebre por los estornudos. Mientras que, los que tenían la pauta completa, volvían a sufrir la pérdida del gusto y el olfato, junto a los dolores de cabeza y de garganta, la secreción nasal y los estornudos. 

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Con ómicron, sin embargo, los síntomas como la congestión nasal, el dolor de garganta, los estornudos y la tos han ganado peso en la sospecha y diagnóstico de un positivo en SARS-CoV-2. También la fatiga extrema, que se ha relacionado con el COVID-19 desde los inicios de la pandemia. 

Tal y como se puede observar en la imagen anterior, los síntomas del resfriado y de ómicron se diferencian principalmente por la fatiga extrema, que según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos nunca se da en los casos de catarros estacionales. También por la fiebre y los dolores de cabeza, que son muy poco comunes en los resfriados.

Pero la única forma de saber si es sólo un resfriado o si te has contagiado con el nuevo coronavirus —sobre todo si te has vacunado o has pasado una infección previa, cuando es más probable tener síntomas leves—, es haciéndote una prueba de detección de COVID-19.

Los test de antígenos autorizados para realizar en casa podrían ofrecerte un primer resultado casi inmediato. Pero no descartes los posibles errores que puedan arruinar el resultado de tu test. Y, ante la aparición de síntomas y un test de antígenos negativo, consulta siempre a tu médico cómo proceder.