6 errores que he visto que más se repiten en la declaración de la renta en 20 años que llevo haciéndola por mi cuenta

Hay 2 clases de moteros: los que se han caído y los que se caerán. Con la declaración de la renta ocurre exactamente lo mismo. 

Esa es una de las cosas que he descubierto en los más de 20 años que llevo haciendo el IRPF por mi cuenta y escribiendo sobre el tema. Vas a cometer errores y Hacienda también. Es más, yo mismo los he cometido, y se supone que soy un experto en la materia. 

Lo primero que debes saber es que no pasa nada por equivocarse. O, mejor dicho, no es tan grave como seguramente te estés imaginando. Pero, como es mejor prevenir que curar, vamos a repasar los errores más repetidos que me han planteado los lectores y usuarios en este tiempo —y sus correspondientes soluciones—.

No hacer la declaración de la renta cuando estás obligado

Sin duda, el fallo más común. Lo que tienes que tener claro aquí es que el desconocimiento de la ley no te exime de su cumplimiento. Vamos, que a Hacienda le da igual si sabías (o no) que debías presentar el IRPF, lo que le importa es tu obligación real. 

¿Por qué la gente piensa que no estaba obligada? ¿Es que no conocen los límites por los que no hay que declarar? En muchos casos sí, pero se pueden equivocar al hacer los cálculos o al contabilizar el número de pagadores, por ejemplo. En algunos casos el límite para estar exentos de hacer la declaración no es 22.000 euros, sino 14.000 euros.

Lo más habitual es olvidarse que el paro y los pagos de la Seguridad Social, que cuentan como un segundo pagador, hay que incluirlos en el IRPF. O la pensión pública y determinados seguros. También hay autónomos que desconocen que esos límites generales no se aplican sobre sus actividades económicas... 

O, al contrario, olvidarte de la renta porque estás exento

Que no tengas que presentar la renta no es sinónimo de que no te toque hacerla. Es más, si no llegas a los límites para tener que hacer el IRPF es muy posible que el resultado de la renta sea a pagar (el motivo está en las retenciones de IRPF que te han practicado a lo largo del año). 

En cualquier caso, probar es gratis y no llevará mucho tiempo. Basta con descargar tu número de referencia y ver el resultado del borrador. Puede que hasta te sorprenda. 

Y por si te lo estabas preguntando, pedir el borrador o el número de referencia y entrar en Renta Web no hace que después debas presentar la renta si no estás obligado. Así como tampoco hacer la renta un año no te obliga a presentarlo el siguiente. Cada ejercicio funciona de forma independiente. 

Presentar el borrador a lo loco

Este es, sin duda, el error estrella, el más repetido. Consiste en descargar los datos fiscales y aprobar el borrador de Renta Web tal cual lo manda Hacienda. A fin de cuentas, si lo ha hecho la Agencia Tributaria (AEAT) estará bien.

Nada más lejos de la realidad. Ya te lo he dicho. Hacienda también se equivoca y lo hace más a menudo de lo que piensas. El borrador de la renta no es más que la interpretación de la AEAT sobre cómo debería ser tu declaración de la renta con los datos que tiene. 

Estos datos pueden ser inexactos si te has casado y no has informado a tu empresa a través del modelo 145, por ejemplo. O estar incompletos, porque no aparecen todos tus ingresos.

Además, el borrador tiende a olvidarse de muchas de las deducciones del IRPF porque Hacienda directamente no sabe que tienes derecho a ellas. Por ejemplo, puedes deducir la cuota de los sindicatos o de determinados colegios profesionales, pero es habitual que el fisco no tenga esa información. 

En esta línea, tampoco puede saber si has pagado clases de inglés a tus hijos o has tenido gastos escolares que desgravan en algunas comunidades autónomas. Esto nos lleva al siguiente error. 

Olvidarte de las deducciones o ponerlas mal

Las deducciones son la forma de pagar menos impuestos en la renta y, sin embargo, es habitual olvidarse de ellas. 

Las deducciones nacionales son pocas y Hacienda las tiene más o menos localizadas. La cosa cambia con las autonómicas, que son muchas y dependen de cada región. Para saber cuáles son tienes 2 caminos. 

El primero es el propio programa Renta Web, que dispone de una casilla para cada deducción autonómica. El segundo es el Manual de la Renta de Hacienda, que puede intimidar de primeras, pero que resume todas esas condiciones y explica bastante bien las que hay que cumplir. 

Un error añadido con las deducciones afecta a la deducción por maternidad y familia numerosa, que pueden cobrarse de forma anticipada mes a mes. Si lo haces, recuerda reflejarlo en la renta para no beneficiarte 2 veces de la ayuda y que después Hacienda te pida explicaciones. 

Como autónomo, a las deducciones en la renta podrás sumar las deducciones propias de tu actividad. En este caso, tu deducción es un resumen de tu actividad, de tus ingresos menos tus gastos. Presta especial atención a estos gastos, que es lo que te puedes deducir y lo que marcará la diferencia en el resultado de tu ejercicio. 

Equivocarse con la situación familiar y la vivienda

¿Cómo te puedes equivocar con tu situación familiar? Todo el mundo sabe si está casado, soltero o con hijos… Sí, pero una cosa es saberlo en la vida real y otra en la fiscal para hacer la renta conjunta o individual y formar unidad familiar en el IRPF.

Para que lo entiendas mejor, Hacienda solo permite a los matrimonios formar una unidad familiar con los hijos (hacer la renta con ellos). En el resto de casos, la cosa se complica. 

Aquí un par de ejemplos:

• En una pareja de hecho, solo uno de los padres podrá formar unidad familiar con los hijos y hacer la renta conjunta. El otro tendrá que presentar la individual.
• Lo mismo ocurre en una pareja divorciada con custodia compartida. Solo uno puede hacer la renta conjunta con los hijos. 
• Si tu hijo es menor de 25 años y gana menos de 8.000 euros, puedes incluirlo en tu IRPF, siempre que él no presente la renta por su cuenta y viva contigo. Hacerlo normalmente será mejor para la familia frente a que el 'niño' presente el IRPF por su cuenta.

Conocer tu situación a efectos de Hacienda es importante para no cometer errores. 

Algo parecido ocurre con tu vivienda. Al hacer la renta debes marcar cuál es tu vivienda habitual. Si tienes más casas en propiedad tendrás que ponerlas en la renta e incluso pagar impuestos por ellas si no están alquiladas o en usufructo (la casa de tus padres que heredaste, pero que usa tu madre, por ejemplo). 

Esto incluye la casa de la playa, que añadirá una imputación de renta inmobiliaria en el IRPF. Hacienda está muy atento a este tipo de viviendas, así que revisa bien la clave que marcas. 

Presentar la renta fuera de plazo

Presentar la renta fuera de tiempo es otro error muy habitual que he reservado para hablar de las consecuencias.

El plazo para hacer la renta hasta el 30 de junio. Si la presentas fuera de plazo puedes enfrentarte a una multa o un recargo, igual que si te equivocas al hacer el IRPF. Por fortuna, si solo la presentas unos días tarde, lo normal es que no pase nada. 

Por el contrario, si hay algún fallo en tu IRPF y Hacienda lo detecta, te enfrentarás a una multa y/o una sanción. Estas multas van desde los 200 euros por no informar de tu domicilio de forma correcta, hasta un recargo que va desde el 5% hasta el 150% en función de la gravedad del error, si hay o no ocultación, y el tiempo que tardes en subsanarlo o si es Hacienda quien se da cuenta.

Si ya has entregado el IRPF y detectas un fallo, puedes modificarlo directamente a través de Renta Web. Si Hacienda todavía no ha tramitado tu renta, evitarás la sanción. Y si no, siempre será menor que si la AEAT llama a tu puerta, y tiene 4 años para hacerlo desde que presentes la renta.