5 aberraciones que cometes con los antibióticos: tomarlos en estos casos no sirve de nada y puede perjudicarte

Mujer joven toma un medicamento con agua

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  • Tomar antibióticos para combatir determinadas dolencias o enfermedades, como la gripe, no sirve de nada. Además, puede ser perjudicial para ti y para la salud pública, advierte Sanidad.
  • Estos son algunos de los casos en los que no deberías recurrir a un antibiótico, así como los remedios y tratamientos que sí se recomienda seguir.

"Lo mejor contra la gripe es mirar a los ojos a un husky siberiano durante cuatro segundos". También es la mejor solución cantar rancheras con una cabeza de unicornio puesta encima o echarse la siesta mientras abrazas el tronco de un árbol.

Es posible que hayas visto mensajes como estos en carteles o en las redes sociales en los últimos días o meses: se trata de una campaña del Ministerio de Sanidad para advertir de que es tan "absurdo" apostar por estas medidas como lo es utilizar antibióticos.

¿Por qué? Porque los antibióticos son un remedio contra las bacterias, no contra los virus o cualquier dolencia. "Los antibióticos no valen para todo", recuerda, a través del Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN).

"Es un grave error, no solo porque son absolutamente ineficaces cuando se trata de combatir virus en vez de bacterias, [sino también] porque al tomar antibióticos cuando no es necesario lo único que se consigue es crear resistencias bacterianas, de forma que cuando realmente los necesites, no te servirán para nada", se suma la OCU.

La Organización de Consumidores y Usuarios alerta también de "5 casos en que es inútil recurrir a antibiótico": cuando se tiene gripe o resfriado, dolor de garganta, sinusitis aguda, tos o fiebre alta.

El mensaje que lanza Sanidad es muy similar: "Las cosas sirven para lo que sirven y si las usas mal, ¡te pueden hacer daño! Los antibióticos tratan infecciones provocadas por bacterias, no curan virus como la gripe o el resfriado, ni alivian el dolor o la fiebre. Para que sigan curando, utilízalos solo con receta, tanto en personas como en animales".

"Si los utilizas cuando no debes y sin la supervisión del médico o el veterinario, estarás contribuyendo al desarrollo de las bacterias resistentes", confirma. 

El uso excesivo e inadecuado de los antibióticos es una de las principales causas de este problema, que a su vez constituye "una de las amenazas más serias para la salud pública", según el PRAN, que informa de que las bacterias multirresistentes causan 33.000 muertes al año en Europa y generan unos 1.500 millones de euros de gasto sanitario adicional.

Qué sí debes hacer contra la gripe, el dolor, la tos o la fiebre, y un caso especial

Como se ha mencionado, los antibióticos (con ejemplos como la penicilina y la amoxicilina) no curan infecciones causadas por virus y tampoco son analgésicos, es decir, no alivian el dolor o la fiebre.

La gripe es una enfermedad vírica aguda que afecta a las vías respiratorias y está producida por el virus Influenza (puede ser A, B o C), suele durar aproximadamente de 5 a 7 días y remitir por sí sola y presenta generalmente síntomas como fiebre, tos seca, dolor en la faringe o de cabeza y mocos, entre otros.

La medida más efectiva contra la gripe es la vacunación anual, explica Sanidad. Además, es recomendable lavarse bien las manos, no compartir alimentos o menaje, ventilar las habitaciones, beber suficiente agua y líquidos y guardar reposo; se pueden tomar antitérmicos y analgésicos para aliviar la fiebre y el dolor y se aconseja recibir atención médica si los síntomas se complican (fiebre alta y persistente, dificultades para respirar, convulsiones, arritmia...), complementa la OCU.

Para el dolor de garganta, en casos como una faringitis aguda, el tratamiento puede incluir analgésicos, antipiréticos, líquidos y caramelos para suavizar (incluso puede desaparecer por sí sola), y debería quitarse en el plazo de unos 5 a 7 días. Si es una faringitis de origen bacteriano sí puede tratarse con antibióticos.

 

La sinusitis aguda (inflamación de la mucosa de los senos paranasales, cuando dura menos de cuatro semanas) suele ser de origen viral (también puede tratarse de una infección bacteriana) e ir asociada a un resfriado, y puede resolverse por sí sola entre 7 y 10 días. Aun así, los síntomas pueden aliviarse con analgésicos, antihistamínicos, descongestivos y suero fisiológico para hacer lavados nasales, señala la organización.

La tos suele provenir de una infección del tracto respiratorio de origen viral y durar unas tres o cuatro semanas antes de irse (deberías acudir al médico si dura más u observas otros síntomas, como fiebre, problemas para respirar o dolor en el pecho). Sin embargo, existen también algunos remedios para aliviar las molestias y acabar con la tos, desde hacer gárgaras con agua y sal hasta tomar miel o infusiones.

Por último, la fiebre alta suele ocurrir cuando tu cuerpo lucha contra una infección y puede ser un síntoma de varias enfermedades. Se recomienda comenzar a tratar la fiebre por encima de los 38 °C, sobre todo en las personas más vulnerables, con medidas que pueden partir de descanso y beber mucho líquido y seguir con medicamentos (como ibuprofeno o aspirina) o buscar atención médica, si bien el tratamiento puede ser diferente en bebés o niños y en adultos.

Un caso aparte es el de la otitis media aguda (inflamación del oído medio), que puede ser vírica o bacteriana y, por tanto, requerir analgésicos (como el paracetamol o el ibuprofeno) o, a veces, un antibiótico.

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