Si quieres hacerte rico deja de fijarte en tu salario: así es como debes construir muchas fuentes de ingresos

El camino para hacerse rico no es fácil. Muchas personas que lo desean terminan adoptando estrategias equivocadas, haciendo que caigan en la frustración y que no vuelvan a intentarlo.

Si de verdad quieres convertirte en millonario, o al menos aumentar los ahorros y hacerte un poco más rico, lo primero que debes hacer es dejar de fijarte en tu salario fijo.

Son muchos los que se acomodan con el dinero que reciben en la nómina, e intentan que suba y crezca centrándose totalmente en las rutinas de su trabajo. Esta actitud es correcta y responsable si no tienes pretensiones de hacerte rico, pero si deseas esto último no te quedará más remedio que adoptar otras estrategias.

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Una recomendación básica que puedes poner en práctica para tener más dinero es la de combinar ingresos activos y pasivos. Aprender y formarte para mejorar tu educación financiera, evitar los gastos hormiga o huir del endeudamiento son otras alternativas que hay a tu alcance para cumplir este objetivo.

A continuación, se ofrecen algunos consejos con los que puedes hacer que tu fortuna crezca.

Combinar ingresos activos y pasivos

El camino para convertirte en millonario no consiste en olvidarte por completo de tu sueldo o del dinero que puedas recibir de distintas actividades de trabajo, en realidad consiste en combinar esos ingresos activos con otros que sean pasivos y que no supongan un gran esfuerzo.

Para lograr que tus ingresos pasivos crezcan puedes invertir tus ahorros, crear una página web que se pueda monetizar, practicar el marketing de afiliación, impartir cursos en internet de aquello que te guste y en lo que tengas experiencia, o apostar por fondos de inversión.

Existe una cantidad importante de negocios online con los que puedes ganar dinero desde casa, sin que te consuman demasiado tiempo o esfuerzo. Quizás al principio no generen tanto como te gustaría, pero todo va sumando.

Además, para obtener un gran patrimonio tienes la opción de ahorrar en fondos de inversión indexados, ya que cobran comisiones mucho más bajas y generan rentabilidad fácilmente.

Adquirir propiedades

Este es un buen ejemplo de cómo ir aumentando tus ingresos pasivos. Comprar bienes inmuebles y alquilarlos es una gran alternativa si estás libre de deudas y te lo puedes permitir.

La propiedad en alquiler será una fuente de ingresos constante si conoces bien el mercado inmobiliario, algo que debes tener en cuenta para evitar riesgos como las oscilaciones de precios, el impago de un inquilino o las posibles modificaciones en la regulación del suelo.

Además,antes de invertir en vivienda debes tener en cuenta tu situación financiera, tu grado de aversión al riesgo y el tiempo que puedes mantenerte en un activo.

Si haces esta inversión de forma adecuada podrás tener una fuente de ingresos pasivos que te aportará dinero aunque no tengas trabajo, o si se te han caído otras fuentes de ganancias.

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El dinero requiere aprendizaje y formación

Si vas a poner en marcha diferentes estrategias para ganar más dinero es necesario que mantengas una actitud proactiva en cuanto al aprendizaje. Por ejemplo,apuntándote a cursos en los que te enseñen a invertir en Bolsa, ya que se puede convertir en otra fuente de ganancias si comprendes sus entresijos.

Aunque ya hayas terminado los estudios y estés bien situado en el mercado laboral siempre es buena opción apuntarte a una escuela de negocios, así ampliarás conocimientos y te dotarás de más herramientas, algo sin duda importante, ya que los millonarios siempre están ideando nuevos métodos para hacer dinero.

Evitar gastos hormiga

En muchas ocasiones los grandes gastos no son los culpables de ir mermando tus ahorros. Debes prestar atención a esos pequeños agujeros que aparecen cada mes.

Por ejemplo, comer fuera de casa puede suponer una perdida evitable si lo reservas para ocasiones concretas. Hacerte con productos de marca es algo también innecesario, por no hablar de las costumbres insanas como el alcohol o el tabaco, que puedes reducir o dejarlas directamente, ya no sólo por tu bolsillo, sobre todo por salud.

También es importante elaborar un presupuesto que intentes seguir a rajatabla. Es decir, un plan en el que incluir y calcular tus gatos durante un tiempo que puede ser de hasta 6 meses. En este documento has de anotar cuáles son tus gastos, cuáles son tus ingresos y las inversiones que vas haciendo.

De este modo no sólo vas a ahorrar, sino que la toma de decisiones se vuelve más sencilla y se establece según criterios objetivos.

Huir del endeudamiento si no te lo puedes permitir

Tener deudas no es necesariamente malo, siempre y cuando dispongas de patrimonio suficiente como para cubrirlo. Si no es el caso lo mejor es que evites acumularlas, o al menos no hacerlo en gran medida.

Para salir de una situación de endeudamiento lo mejor es seguir el método cascada o bola de nieve, que consiste en ir pagando en primer lugar las deudas de menor cuantía. Una vez lo hayas hecho tienes que utilizar el dinero que se ha liberado en adelantar los pagos siguientes.

Recuerda que endeudarte no es malo si va a proporcionar una clara ganancia financiera, un buen ejemplo es el de una hipoteca con un tipo de interés que mantenga el gasto por debajo del 30% de tus ingresos totales.

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Poner tu dinero en una cuenta bien remunerada

Ya no quedan tantas cuentas remuneradas como en el pasado, cuando las entidades bancarias las ofrecían para conseguir más captaciones.

Sin embargo, si buscas bien entre las diferentes ofertas puedes encontrar algunas todavía: la Cuenta Nómina de Bankinter, la Cuenta Inteligente de Evo Banco, la Cuenta 360º de Cajamar, la Cuenta 1% MyInvestor o la cuenta Expansión Plus de Banco Sabadell son 5 de las alternativas a tu alcance.

Eso sí, debes reflexionar estas opciones, ya que muchas de ellas exigen un nivel de contratación de productos y vinculaciones que a lo mejor hacen que no te merezca la pena.

Gracias a una cuenta remunerada tus ahorros irán generando una pequeña cantidad extra de la que podrás disponer siempre que quieras, y sin tener que hacer esfuerzo alguno.

Pensar que tienes menos dinero

Si poco a poco y después de mucho esfuerzo han conseguido acumular una fortuna, sería un gran error dilapidarla a las primeras de cambio.

Además, si empiezas a invertir los beneficios que vas obteniendo en cosas sin importancia, como es el caso de los gastos hormiga, jamás llegarás a hacerte rico.

La realidad es que muchas personas ignoran el principio más básico en lo que se refiere a las finanzas personales: no se puede gastar más de lo que se ingresa.

Para solucionar este mal hábito es una gran idea preparar un presupuesto y tratar de no saltárselo, a no ser que la situación verdaderamente lo requiera. Otro error común es pensar que por vestir con ropa de marca o permitiéndote ciertos lujos innecesarios vas a atraer más dinero, cuando esto último se consigue con una buena ética laboral y por supuesto tiempo y esfuerzo.

Aprender de los errores que han cometido otros millonarios

Nadie nace sabiendo, y en esto de la economía siempre es recomendable analizar el trabajo o el comportamiento de aquellos que más conocimientos manejan.

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Incluso las personas más ricas del mundo han cometido errores que han provocado grandes pérdidas, la mayoría de ocasiones por inversiones erróneas o precipitadas que no han llegado a buen puerto. Por eso es tan importante la formación y el cultivar una buena educación financiera.

Entre los hábitos más comunes de los millonarios puedes encontrar el gusto por la lectura y el aprendizaje, saber rodearse de personas bien situadas económicamente, dormir al menos 8 horas al día, la capacidad de marcarse objetivos propios o mantener una actitud optimista ante los retos.

Paciencia y saber escuchar consejos

Conseguir muchos ingresos pasivos que cosechen dinero mientras te dedicas a otras actividades no es tarea sencilla. La mayoría de las personas sólo tienen su trabajo como método para ganarse la vida, e ir abriendo el abanico para ganar un extra requiere de tiempo y paciencia.

Lo más aconsejable es empezar con objetivos fáciles de cumplir, ahorrando parte de tu sueldo hasta tener una cantidad suficiente como para ir haciendo pequeñas inversiones. El siguiente paso es que tus ganancias pasivas sean tan altas como tu salario. A partir de entonces podrás ir a por más.

Si llega un momento en el que te sientes perdido puedes pedir ayuda a un asesor financiero, ya que te ayudará a gestionar tu economía según el patrimonio y las necesidades que tengas, y puede ofrecerte consejos para invertir correctamente. Recibir recomendaciones externas es bueno para tu salud financiera.