Fuerte por el precio de la luz, débil por la inflación: los desafíos con los que España llega al crucial 'examen' del Consejo Europeo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras los pasos del canciller alemán, Olaf Scholz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras los pasos del canciller alemán, Olaf Scholz.

Filip Singer/Pool via REUTERS

El precio de la electricidad, el paro de transportistas, el resto de consecuencias de la guerra en Ucrania o incluso la reciente decisión de España sobre la autonomía del Sáhara. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, participará este jueves y este viernes en una cumbre del Consejo Europeo que marcará un punto de inflexión en la agenda política para los próximos meses.

Este encuentro ya estaba previsto en el calendario y no tiene el carácter extraordinario que sí tuvo el Consejo Europeo de hace un mes, en el que los 27 fijaron su posición sobre la invasión rusa de Ucrania. En cualquier caso, la cita de esta semana cobra especial relevancia. La guerra en Europa ha trastocado los planes de recuperación económica tras la pandemia.

Ahorahay mucho en juego.

Hace apenas unos días el propio Sánchez sugería la posibilidad de imponer un tope de 180 euros al megavatio-hora (MWh), propuesta que plantearían en Bruselas tanto España como Portugal. Esta misma semana el Gobierno reconocía que la propuesta se descartaba finalmente, mientras se exploran alternativas que sí podrían apoyar el resto de líderes europeos.

Este Consejo Europeo se celebra apenas dos semanas después de una cumbre informal que los líderes de los países miembros celebraron en Versalles (Francia), en la que acordaron iniciar una nueva travesía para reducir la dependencia energética de países como Rusia y fomentar la soberanía estratégica de la Unión.

Pero en la agenda del Consejo que comienza esta semana también hay otros puntos. Más allá del mercado energético, los líderes abordarán cómo la Unión Europea (UE) puede reducir sus dependencias en otros ámbitos estratégicos como el de materias primas, semiconductores, salud o digitalización.

El coronavirus también formará parte de los debates que se produzcan estos días en Bruselas, así como algunas "cuestiones concretas" sobre política exterior. Así lo detalla la propia agenda del Consejo, que reconoce que este punto se tratará "a la luz de los acontecimientos": apenas unos días después del controvertido acuerdo que el Ejecutivo español ha alcanzado con Marruecos.

Todo bajo la atenta mirada de Joe Biden. El presidente de EEUU acudirá al Consejo Europeo en calidad de invitado. También ha convocado una reunión de líderes de la OTAN este mismo jueves 24 de marzo. Sucede también después de que este lunes el propio Biden mantuviese un encuentro con sus homólogos francés, alemán, italiano y británico. Sánchez se volvió a quedar fuera. 

El Consejo Europeo es el organismo que preside Charles Michel y que reúne a los líderes de los 27 estados miembros. Decide sobre las prioridades y la agenda de la Unión. No lo confundas con el Consejo de la Unión Europea, que comparte el poder legislativo comunitario con el Parlamento Europeo y lo forman los ministros de diversos ramos de los Gobiernos nacionales.

Para que no te pierdas nada durante el Consejo Europeo de esta semana, esto es lo que se juega España y cómo podría afectar las conclusiones de esta cumbre en la política nacional durante los próximos meses, críticos antes de que termine la legislatura a finales de 2023.

Mercado energético

El mercado mayorista de la luz lleva desbocado meses. El Gobierno ha llevado a cabo distintas iniciativas para tratar de contener los precios del megavatio-hora, que se dispara porque el gas es la última en entrar en subasta en el sistema marginalista de fijación de precios. Los anhelos del Ejecutivo de Sánchez siempre han chocado con los postulados de la Comisión Europea.

Pero la invasión de Ucrania ha arrojado un escenario bien distinto. Europa no puede dejar de importar gas ruso, que tras el estallido del conflicto vio cómo su precio comenzaba a dispararse. Europa busca ahora alternativas. Mientras las encuentra, Sánchez, junto con los líderes de Portugal, Italia y Grecia, defienden la necesidad de intervenir en el mercado eléctrico. "Vamos tarde", adujo.

Aunque la propuesta de topar en 180 euros el precio del MWh ya se ha descartado ante las reticencias de diversas capitales europeas, Sánchez confía en que tras el Consejo Europeo se obtengan algunas concesiones por parte de la propia Comisión y del resto de líderes. Bruselas vuelve a contemplar la propuesta española de desvincular el precio del gas del de la electricidad.

El propio Sánchez ha protagonizado una gira europea esta misma semana en la que ha cosechado los apoyos del presidente francés, Emmanuel Macron, o del primer ministro belga, Alexander de Croo.

España tomará medidas para bajar el precio de la luz, a la espera de que Europa permita sacar el gas del ‘pool’ de la electricidad

El primero agradeció a Sánchez su intento de encontrar "soluciones convergentes que limiten el aumento de los precios del gas, limiten el impacto de los precios de la electricidad, encuentre capacidades de almacenamiento comunes en Europa y diversifiquen nuestras fuentes de suministro", según unas declaraciones que ha recogido la agencia Efe.

Tras su encuentro con De Croo, Sánchez incidió en que los precios del mercado no están reflejando la realidad, por lo que hay que adoptar"medidas a escala europea". En una intervención tras verse con el propio Macron, Sánchez enfatizó en que "la energía y la paz han sido dos de los pilares fundamentales que han justificado la construcción del proyecto europeo".

El propio Gobierno se ha mostrado dispuesto incluso a reactivar un proyecto que se quedó en los cajones, la construcción de un nuevo gasoducto que conecte España con Francia a través de los Pirineos siempre que lo financie la Unión Europea. De prosperar la idea, España se convertiría en el nuevo almacén de gas de los 27.

El problema es que el acuerdo hispanomarroquí sobre el Sáhara que se anunció la semana pasada complica todo, con Argelia amenazando con disparar el precio del gas que llega a la Península Ibérica en un momento muy delicado para la Unión.

La autonomía del Sáhara y la posición de España en el mundo (y ante Biden)

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.

Geert Vanden Wijngaert/Pool via Reuters

La decisión de Argelia es consecuencia inmediata del acuerdo que el Gobierno de Sánchez alcanzó con el Reino de Marruecos la semana pasada. Un acuerdo que las autoridades alauitas difundieron ampliamente, y en el que mediante carta al rey Mohamed VI, el Gobierno español abandonaba su posición de neutralidad activa ante el conflicto.

El conflicto enfrenta desde hace décadas a Marruecos con el Frente Polisario, representante del pueblo saharaui. Un porcentaje de ese pueblo saharaui vive en campamentos de refugiados en Argelia, en provincias como la de Tinduf. Las reacciones no se han hecho esperar. Naciones Unidas ha rechazado la postura de Sánchez. Bruselas, en cambio, la ha respaldado.

La política exterior de la Unión Europea también se abordará en el Consejo Europeo. El acuerdo con Marruecos no es baladí. En mayo de 2021, cerca de 8.000 inmigrantes sin papeles lograron sortear la valla de Ceuta y acceder a la ciudad autónoma española en África. Junto con Melilla, las ciudades autónomas españolas son la única frontera terrestre de la Unión con África.

Europa sigue trabajando en externalizar la gestión de sus pasos fronterizos en terceros países. Marruecos se ha convertido en un socio necesario para los 27 precisamente por su discutible gestión de la inmigración africana hacia el Viejo Continente. Organizaciones en defensa de los derechos humanos han denunciado en repetidas ocasiones las actuaciones de las autoridades marroquíes.

El acceso masivo de inmigrantes a Ceuta en mayo del año pasado fue fruto de un conflicto diplomático. España que estalló un mes antes: España acogió a uno de los líderes del Frente Polisario enfermo de cáncer y COVID-19 en un hospital en territorio nacional. Además del incidente migratorio, Marruecos llamó a consultas a su embajadora en Madrid.

Ahora, con esta decisión con la que los saharauis se sienten "traicionados". Argelia ha tildado la decisión de Exteriores como "la segunda traición histórica" de Madrid sobre el pueblo saharaui. Este país africano es el que ahora ha llamado a consultas a su embajadora en España.

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no ha confirmado ni desmentido si avisó a Rabat de este histórico cambio de postura. "Las relaciones entre Marruecos y España son exclusivamente bilaterales", enunció tras un encuentro con sus homólogos europeos en Bruselas esta misma semana.

Esta inédita posición de España en el mundo se tratará en el Consejo Europeo. Lo hará bajo la atenta mirada de Joe Biden, que este mismo lunes volvió a dejar fuera a Sánchez de un encuentro con líderes internacionales. La Administración Biden ya trató hace meses el problema del ransomware, un tipo de ciberataque crítico con empresas y administraciones, y lo hizo sin España.

Entonces, el Gobierno confió en que serían invitados a posteriores encuentros. De momento no ha sucedido.

Un Consejo Europeo al que España llega en 'shock'...

La situación de la economía es tensa. La inflación alcanzó en febrero una tasa histórica que no se veía desde hacía décadas. Con estas cifras, los españoles pierden cada mes 67 euros y terminarán 2022 con 800 euros menos en el bolsillo. Por supuesto, la guerra en Ucrania es la tormenta perfecta que está estresando al tejido productivo, dada la subida de la luz, la gasolina y también los cereales.

La subida del carburante, por ejemplo, ha provocado un paro de transportistas que ya está provocando retrasos en pedidos del comercio electrónico y amenaza con paralizar plantas de firmas como Danone. Ya son varios los sectores que han pedido al Gobierno que intervenga.

Estantes vacíos, fábricas paradas y miles de litros de leche a la alcantarilla: la huelga de transportistas encara una semana decisiva con protestas en la calle y con cada vez más sectores afectados

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, avanzó este lunes un paquete de medidas que se aprobarán en el Consejo de Ministros de la semana que viene y que contemplará ayudas directas para que los transportistas hagan frente al aumento de precios de la gasolina. "La aplicaremos en el gasóleo profesional, tendrá un impacto de 500 millones de euros y será una medida eficaz", defendió.

No será una rebaja del IVA sobre el carburante (del 21%), ya que fuentes del Ejecutivo consideraban que las ayudas directas tienen "mucho más impacto" y beneficia más a los transportistas. Algunas organizaciones patronales del sector demandaban esa reducción de impuestos, pero en el Gobierno entienden que el IVA ya se lo pueden deducir después, explica InfoLibre.

Toda Europa mira a España y cómo este paro de transportistas está provocando algo de desabastecimiento en algunos establecimientos. Pero el paro se ha dado después de que el propio Sánchez avanzara la intención de construir un pacto de rentas dentro de su Plan Nacional de Respuesta al Impacto de la Guerra.

Ese pacto de rentas nace con el propósito de erigirse en una suerte de nuevos Pactos de la Moncloa, y de la asunción de que la guerra en Ucrania va a dejar una importante factura a la economía española. La respuesta a cómo repartirse esa factura es precisamente ese pacto de rentas. 

En enero, el presidente del Gobierno pedía evitar que la escalada de la inflación "acabara impregnando al resto de la economía". Un mes después, apremia a los agentes sociales para alcanzar un pacto de rentas.

"Hasta ahora había esperanzas en que la situación que vivíamos fuera transitoria", explicaba Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea, en este artículo. Ahora,"hace falta un acuerdo entre empresarios, trabajadores y con la colaboración de las Administraciones Públicas, para tratar de repartir los costes económicos que esta guerra va a implicar", coincidía Pedro Aznar, profesor de Esade.

... y con varios desafíos económicos en el horizonte

¿Qué importancia tiene todo esto frente a la cumbre del Consejo Europeo de esta semana? En la agenda se destaca cómo esta semana la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea (el otro órgano) presentó una hoja de ruta actualizada del Semestre Europeo, el plan económico de la Unión para 2022.

El Consejo Europeo, por lo tanto, "proseguirá el debate sobre el desarrollo de una base económica más sólida, tal como se establece en la Declaración de Versalles, en particular reduciendo las dependencias estratégicas en los sectores más críticos, como las materias primas fundamentales, los semiconductores, la sanidad, el ámbito digital y los alimentos", recoge la agenda del Consejo.

La digitalización, una de las palancas sobre la que España apostó su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, también se tratará en el Consejo.

"Abordará la manera de seguir reforzando el mercado único para acelerar las transiciones ecológica y digital, así como la manera de reforzar la resiliencia de la economía de la UE. Se invitará al Consejo Europeo a que refrende los ámbitos de actuación prioritarios para el Semestre Europeo en 2022", incide.

España llega al Consejo Europeo sumergiéndose en una complicada coyuntura económica. Una coyuntura que es previa al estallido de la guerra. La pandemia no ha terminado, sus efectos económicos tampoco. Los problemas en la cadena de suministros y la escasez de semiconductores están poniendo en riesgo inversiones en España y en todo el continente.

Los desafíos no son únicamente económicos. El Alto Representante de la Unión Europea, el español Josep Borrell, ha visto esta semana cómo se desbloqueaba también su Brújula Estratégica, un plan para cimentar la UE más "geopolítica" en un entorno cada vez más hostil. Por supuesto, el conflicto en el Este de Europa ha recrudecido esta urgencia.

Una urgencia que en primer momento se paliará con una nueva fuerza militar de acción rápida para 2025 que se compondrá de 5.000 efectivos y que actuarán en situaciones como la que se vivió en Afganistán el año pasado. Ahora es el turno de que los líderes de los 27 avalen este pacto. Algo que también se abordará en un Consejo Europeo más importante de lo que parece.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.