Todo el mundo sabe que el bolsillo de los hogares ha terminado agujereado por la crisis de precios. Pero, ¿qué ha pasado con el bolsillo de las empresas?

En los últimos 2 años, hay empresas que no han logrado recuperar todavía lo perdido por el impacto de la crisis del COVID-19 y las consecuencias económicas de la guerra. Pero también las hay que han conseguido disparar márgenes hasta niveles nunca vistos.

El Gobierno ha presentado esta semana su Observatorio de márgenes empresariales, un documento elaborado por el Ministerio de Economía en colaboración con el Banco de España y la Agencia Tributaria, que permite medir por primera vez cuánto aumentan o disminuyen los márgenes de las empresas españolas.

"Los datos reflejan la heterogeneidad de la realidad de España por sectores", explicaba el secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, en la presentación del informe, aunque la mayoría de los sectores ya han recuperado niveles de márgenes cercanos a los que tenían antes de la pandemia.

Básicamente, mientras que el sector energético o la banca han logrado aumentar márgenes hasta niveles significativamente altos, el turismo y la hostelería apenas han llegado a recuperar lo perdido durante la pandemia, y la alimentación se ha quedado atrás.

Aunque 2020 se tradujo en un golpe para el balance de las empresas de la mayoría de sectores, también marcó un antes y un después: a partir de ese momento hubo ganadores y perdedores durante la crisis del COVID-19, y posteriormente, cuando la inflación prendió fuego a la economía, hubo empresas que se subieron a la ola de precios, y otras que terminaron con el agua al cuello.

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Los datos del observatorio representan al 75% de las empresas españolas en términos de producción, aunque no recogen datos de personas físicas ni autónomos (solo entidades).

Además, el observatorio no recoge los datos de márgenes de la banca, en parte porque el sector financiero no tiene IVA, y porque la contabilización de operaciones en el Impuesto de Sociedades de las entidades financieras se hace con reglas diferentes que el resto de empresas. Fuentes del observatorio explican que existen otras fuentes para seguir la evolución de márgenes de este sector, y donde "es clara la tendencia al alza de márgenes por la evolución de los tipos de interés". 

Turismo y hostelería: el gran perdedor que surfeó la ola de precios

Fue el sector que peor lo pasó durante la crisis del COVID-19. Las restricciones sociales y a la movilidad pusieron en cuarentena los dos grandes ingredientes de los que se nutren el turismo y la hostelería: interacción social y desplazamientos.

"Los mayores descensos de márgenes durante la pandemia se registraron en subsectores vinculados al turismo, como el transporte de pasajeros o la hostelería", explican fuentes del observatorio. Entre finales de 2019 y 2021, el desplome llegó a ser del 75% por el parón de la demanda.

Pero tan pronto como las restricciones se relajaron, la demanda salió en tromba. El sector comenzó a recuperar márgenes a mediados de 2021 y dio igual que los precios se dispararan: en 2022, España vivió un verano histórico, con los precios más altos que nunca, y el sector recuperó su nivel de márgenes prepandemia a finales del año pasado (gráfico 3).

Esta dinámica no se observa en el resto de segmentos del sector servicios (ver gráfico 4).

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Alimentación: casi sí... pero no

Contrariamente a lo que pueda pensarse cuando se habla del precio de los alimentos, que lleva meses en máximos históricos, la cadena alimentaria no ha logrado recuperar los márgenes perdidos durante la crisis.

A las empresas de alimentación les ha pasado un poco lo contrario a lo del turismo. Aunque lograron sacar beneficio de la crisis del COVID-19, convirtiéndose en uno de los pocos sectores que crecieron durante la pandemia (la demanda podía no viajar, pero no puede no comer); la crisis de precios y la guerra en Ucrania les ha dejado con el agua al cuello.

"El encarecimiento de las materias primas ha tenido un impacto muy negativo sobre los sectores de la cadena alimentaria", señalan fuentes del observatorio. 

La caída de márgenes fue del 25%, básicamente porque la subida de precios de los productos era inferior al aumento de costes que tenían que soportar las empresas, como el de la energía, pero también el de piensos o fertilizantes, cuyo precio se disparó por la guerra en Ucrania. En el primer trimestre de 2023 los márgenes han empezado a recuperarse, pero todavía permanecen en niveles inferiores a la pandemia.

En el caso del comercio, la evolución ha sido más o menos estable, aunque con diferencias entre comercio mayorista y minorista.

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Energía: bolsillos llenos

Pero caso más llamativo es el de las empresas energéticas. Aquello de los beneficios caídos del cielo ha dejado huella en los balances del sector de la energía. Después de la crisis sanitaria, la intensa recuperación económica y la caída de las compras de petróleo a Rusia dieron alas a las empresas del sector.

La ratio de Resultado bruto de explotación (REB) sobre las ventas del sector de producción y distribución de carburantes ha pasado de un 2% a finales de 2020 a cerca del 17% a principios de 2023, mientras que los márgenes en las empresas de suministro de electricidad y gas se han disparado hasta alcanzar un 25% a principios de 2023.

"Estamos hablando de niveles anómalamente elevados", avisan fuentes del observatorio. Los márgenes del sector energético han subido con fuerza desde mediados de 2021, reflejando entre otros factores el impacto en los precios del gas, del petróleo y de sus derivados, como consecuencia de la guerra. En la actualidad, se encuentran muy por encima de sus niveles prepandemia.