El estrés se presenta de muchas formas y produce muchos síntomas. Los síntomas mentales varían desde preocupación e irritabilidad hasta  insomnio, ira, temor e incluso pánico. También se manifiesta de forma física. Los músculos tensos pueden derivar en dolores de cabeza, de cuello y espalda. Ese nudo en el estómago te lleva a acidez de estómago, calambres o diarrea. El pulso se acelera e incluso puede hacer aparecer problemas de piel.

Afortunadamente también son muchas las maneras en las que puedes controlar el estrés. La meditación es una de ella. Cualquier actividad que te relaje ayudará. La dieta desempeña cierto papel.  Por no olvidar el ejercicio. Poner tu cuerpo en movimiento favorece el buen ánimo. Sin embargo a la hora de usar el deporte para controlar el estrés hay algunos aspectos a tener en cuenta.

Por lo general las investigaciones sostienen que ayuda a reducir los niveles de cortisol, la llamada hormonal del estrés. Sin embargo, el ejercicio en sí mismo es una forma de estresar el cuerpo. De hecho algunos estudios apuntan a que los entrenamientos intensos como el HIT aumentan los niveles en el organismo.

Esto es de forma temporal, por lo que no pasa nada. Pero para las personas que tienen estrés crónico  podría no ser lo más conveniente.

Qué es el cortisol 

Tu cuerpo se estresa cuando tiene niveles elevados de cortisol. Esta hormona no es mala per se. Se incrementa por ejemplo por las mañanas, de forma natural para que tu organismo se ponga en modo "activo". También es vital para la supervivencia.

Seguro que has oído sobre a respuesta "lucha o huida", que ayuda a controlar las situaciones estresantes o peligrosas. 

Ocurre cuando tu cerebro percibe una amenaza. Entonces envía una señal a las glándulas suprarrenales para liberar una serie de hormonas —entre ellas cortisol y adrenalina—para indicarte que escapes o te prepares para el conflicto. 

Cómo reducir los niveles de cortisol de forma natural

A si vez el cortisol desencadena una cascada de reacciones fisiológicas útiles para ello. Por ejemplo,  libera glucosa para que tu cerebro tenga suficiente combustible para manejar la situación, mientras que los sistemas no esenciales se ponen temporalmente en "modo de suspensión" para que puedas enfrentar la amenaza de manera óptima. 

Hace mucho tiempo esto ayudaba a huir de un depredador o pelear por alimento. Hoy una amenaza puede ser un divorcio, un jefe tóxico, tus obligaciones domésticas o los atascos.  En respuesta a estos desencadenantes inevitables, el cortisol puede terminar crónicamente elevado. 

Si bien el cortisol puede salvar vidas, también puede afectar negativamente la salud. "Lo principal que nos preocupa como endocrinólogos es que estos niveles altos de cortisol puedan afectar la glucosa y la presión arterial", explica en Parade la doctora Divya Yogi-Morren, MD, del departamento de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo de la Clínica Cleveland.

Hacer ejercicio para relajarte

Desde Havard sostienen que "el ejercicio aeróbico es clave para tu cabeza, al igual que lo es para tu corazón".

Entre las razones neuroquímicas que aporta la escuela médica de la prestigiosa universidad está que "el ejercicio reduce los niveles de las hormonas del estrés del cuerpo, como la adrenalina y el cortisol". También, añaden, estimula la producción de endorfinas, sustancias químicas del cerebro que son los analgésicos naturales del cuerpo y mejoran el estado de ánimo.

Tras estudiar el impacto de diferentes actividades en el estado de ánimo Julia Basso, profesora en el departamento de Nutrición humana, Alimentos y Ejercicio de Virginia Tech descubrió que incluso caminar produjo efectos profundos. 

"Simplemente salir y mover tu cuerpo a través del tiempo y el espacio realmente ayuda", apunta en The Guardian.

Coincide en esto Yogi-Morren. "Caminar es gratis, accesible, no requiere ningún equipo especial y puedes controlar la intensidad", aconseja. 

La capacidad de controlar la intensidad es fundamental. "Es probable que el ejercicio cardiovascular a una intensidad baja-moderada mejore la química cerebral, lo que reduce el cortisol, y es menos probable que sea un factor estresante", añade al mismo medio la doctora Lina Begdache, de la Facultad de Enfermería Decker y Ciencias de la Salud en la Universidad de Binghamton. Este incluye desde caminar a correr, pero también nadar, bailar o cualquier otra actividad que ponga tu corazón a bombear.