2023 ha sido un gran año para la inteligencia artificial.

Sirva como ejemplo ChatGPT. Aunque OpenAI lanzó el chatbot en noviembre del año pasado, casi cien millones de personas lo utilizan cada semana, según ha declarado su CEO, Sam Altman, un año después de su lanzamiento.

Hablando de Altman, ¿qué tal aquel largo fin de semana de su destitución —y reincorporación— al frente de OpenAI, que le dio aún más notoriedad y que mantuvo a los seguidores del sector tecnológico pegados a las noticias?

La evolución y adopción de la IA no parece que vaya a ralentizarse en 2024. Según Michael Chui, socio de McKinsey que dirige la investigación sobre el estado actual de la IA generativa, el mundo está sólo al principio de una revolución, especialmente en el mundo corporativo.

Aunque "el cambio es difícil", las empresas seguirán teniendo que lidiar con la forma de enseñar a sus empleados habilidades de IA e implementar la tecnología de manera responsable, comenta a Business Insider.

Joshua Builta, director de investigación de Omdia, también apunta a los desafíos futuros. La IA todavía puede arrojar respuestas erróneas y parece haber una falta de talento para crear modelos lingüísticos, entre otras preocupaciones, según afirmó en la Cumbre de Inteligencia Artificial celebrada este año en Nueva York.

Pero antes de dar la bienvenida a 2024 y a todo lo que puede anunciar en este ámbito, BI ha echado la vista atrás para repasar algunos puntos clave del último año en IA.

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Las disputas por el liderazgo en OpenAI

A mediados de noviembre, las cosas parecían estar a punto de estallar en OpenAI, propietaria de ChatGPT. Un viernes, Sam Altman fue destituido como CEO después de que el consejo acordara que ya no confiaba en su capacidad para seguir dirigiendo la empresa, conmocionando a la comunidad tecnológica. Pero en los días siguientes, cientos de empleados de OpenAI firmaron una carta amenazando con dimitir a menos que el consejo dimitiera y Altman fuera restituido como CEO.

Durante ese periodo, a Altman también le ofrecieron un puesto en Microsoft, uno de los principales accionistas de OpenAI, para dirigir el nuevo departamento de IA del gigante del software junto con Greg Brockman, presidente de OpenAI.

El martes siguiente, tras la indignación de la comunidad empresarial, Altman regresó a su puesto de CEO de OpenAI. También se creó un nuevo consejo tras su regreso. Altman se ha mantenido muy hermético sobre las razones del episodio (aunque los desacuerdos sobre la velocidad de desarrollo de la IA pueden haber influido), pero hay algo en lo que todo el mundo está de acuerdo: fueron cinco días muy largos para todos los implicados.

La guerra de los chatbots de IA se recrudece

OpenAI no sólo tuvo que lidiar con la inestabilidad de su cúpula directiva, sino que también se ha enfrentado a un montón de chatbots rivales.

En febrero, Microsoft presentó su nuevo motor de búsqueda Bing con capacidades de IA generativa. Esa misma semana, Google anunció su chatbot de IA llamado Bard. Ahora funciona con Gemini, el modelo de IA del motor de búsqueda que, según la empresa, será más potente que el modelo GPT-4 de OpenAI.

En noviembre, xAI, una empresa de inteligencia artificial creada por Elon Musk, lanzó Grok. El multimillonario de la tecnología lo llama la alternativa "anti-despertador" a ChatGPT. (BI ha probado Grok, y es... picante).

Internet tal y como lo conocías está muriendo, y la principal razón es el auge de la inteligencia artificial generativa

Dinero a raudales en el sector de la IA...

Microsoft comenzó 2023 invirtiendo 10.000 millones de dólares más en OpenAI. En septiembre, Amazon dijo que invertiría 4.000 millones de dólares en Anthropic, otro rival de OpenAI. Ese mismo mes, Ernst & Young presentó planes para enseñar a sus 400.000 empleados a utilizar la IA en el lugar de trabajo como parte de su inversión de 1.400 millones de dólares en este campo.

No sólo las grandes empresas intentan participar en la carrera por la inteligencia artificial. Las firmas de capital riesgo han hecho apuestas de hasta ocho cifras en startups de IA.

...y las empresas han hecho grandes inversiones en talento para la IA...

Titanes de la tecnología como Meta, Amazon y Netflix han contratado trabajadores —algunos por hasta 900.000 dólares al año— capaces de crear modelos de IA. Empresas no tecnológicas de los sectores jurídico, sanitario y educativo también han estado buscando cubrir puestos que buscan experiencia en el uso de ChatGPT por salarios de seis cifras.

La IA generativa también está creando nuevas oportunidades. Han surgido puestos de trabajo como ingeniero de prompts, director de IA, especialista en ética de la IA, estratega de IA generativa y especialista en aprendizaje de datos de IA. También hay una industria artesanal de nuevos empleos secundarios, como cursos de ChatGPT, servicios de edición de contenidos de IA y newsletters centrados en la IA.

...pero hemos visto que el desarrollo de la IA tiene un coste humano muy real

Detrás de las impresionantes capacidades de algunos chatbots de IA: mano de obra subcontratada.

En enero, Time publicó una investigación en la que se detallaban las brutales condiciones de trabajo a las que se enfrentaban los encargados de etiquetar datos en Kenia cuando entrenaban a ChatGPT para generar respuestas seguras. Los trabajadores informaron de que revisaban montones de contenido potencialmente ilegal que incluía abuso sexual infantil, zoofilia y violación por menos de 2 dólares la hora.

Aumenta la preocupación por la sustitución de puestos de trabajo por la IA

El temor de los trabajadores a que los robots les quiten el trabajo no es nada nuevo, pero la llegada de ChatGPT no ha hecho más que ahondar sus preocupaciones.

Según un informe de Goldman Sachs de marzo, la IA generativa podría perturbar unos 300 millones de empleos a tiempo completo, especialmente en profesiones de cuello blanco. ChatGPT puede hacer cosas como desarrollar código, generar materiales de marketing, crear planes de estudio y redactar informes jurídicos. El potencial de sustitución de puestos de trabajo por la IA es, en parte, la razón por la que miles de guionistas de Hollywood se declararon en huelga a principios de este año.

Pero mientras algunos líderes empresariales como Elon Musk vaticinan que la IA creará un mundo sin empleos, otros creen que eso es un poco exagerado. "La IA no te quitará el trabajo", dijo el economista Richard Baldwin durante un debate en la Cumbre de Crecimiento del Foro Económico Mundial 2023. "Será alguien que utilice la IA quien te quite el trabajo". 

El hereje de la IA: cómo un destacado economista empezó a preocuparse y a temer a la inteligencia artificial

Y también ha crecido la preocupación sobre cómo se utiliza la IA

Ilya Sutskever, cofundador de OpenAI, augura que la IA podría crear nuevos problemas como un aumento de las noticias falsas y los ciberataques, armas automatizadas de IA e incluso "dictaduras infinitamente estables."

Algunos delincuentes ya utilizan la IA para engañar a otros en beneficio propio. Las estafas telefónicas con IA, en las que los supuestos delincuentes utilizan cambiadores de voz para hacerse pasar por los seres queridos de la gente en un intento de robar dinero, se han vuelto más sofisticadas. Los robots de spam han intentado estafar a algunas personas para que inviertan en criptomonedas falsas.

Y la IA generativa está difuminando la línea que separa la ficción de la realidad. Este año, algunos estudiantes universitarios fueron acusados de plagio después de que los profesores les acusaran de presentar ensayos que creían generados por IA. Se ha descubierto que los detectores de contenido no son fiables.

La información falsa no ha hecho más que proliferar como resultado de la IA generativa. NewsGuard, un sitio que rastrea la desinformación en línea, ha identificado 614 sitios web de noticias no fiables generados por IA hasta el 18 de diciembre. Los deepfakes —imágenes, vídeos y audio generados por IA y diseñados para no distinguirse del mundo real— parecen ahora más convincentes y difíciles de detectar que nunca.

Y desde julio, grandes empresas como Apple, Deutsche Bank y Amazon han prohibido o restringido el uso de ChatGPT en el trabajo por motivos de privacidad de datos.

Todo esto está conduciendo hacia una mayor regulación de la IA

En octubre, el presidente estadounidense Joe Biden firmó una nueva orden ejecutiva instando a las empresas tecnológicas más influyentes a ser más transparentes sobre cómo están desarrollando su IA.

Dos meses después, la Unión Europea alcanzó un acuerdo provisional sobre su Reglamento de IA. Apodada "la primera normativa del mundo sobre IA", pretende establecer directrices legales sobre cómo las empresas pueden desarrollar la tecnología para garantizar que sea segura y sostenible desde el punto de vista medioambiental.

El gobierno brasileño también está trabajando en una política para supervisar los riesgos de la IA.

La gente también utiliza la IA generativa en su vida personal

Los usuarios curiosos han acudido en masa a ChatGPT para que les ayude a planificar viajes, encontrar un apartamento, superar retos de aprendizaje y perder peso.

Los aficionados a la IA están llegando incluso a nuevos extremos. Algunos se han enamorado de los chatbots de IA; otros la han utilizado para llorar la muerte de seres queridos. A principios de este año, Match Group, la empresa matriz de populares aplicaciones de citas como Tinder, Bumble y Hinge, anunció sus planes de integrar la IA para ayudar a los solteros a ligar, conseguir más citas y eliminar el ghosting.

Aumento del hardware de IA

Muchos aficionados a la tecnología esperan que los nuevos aparatos de IA generativa sean los iPhones de la era de la IA.

En septiembre, Meta lanzó la segunda versión de sus gafas inteligentes Ray-Ban Meta, que, según la empresa, pueden transmitir imágenes en directo a Facebook o Instagram. Los propietarios de las gafas pueden hablar con el asistente conversacional de inteligencia artificial de Meta utilizando su voz.

Dos meses después, Humane.ai anunció la lista de espera para su broche de inteligencia artificial. Se trata de un dispositivo para llevar puesto que, según la empresa, puede proyectar texto en la mano, buscar en el teléfono mediante comandos de voz e incluso calcular cuántos gramos de proteína hay en un puñado de almendras.

Además, Altman, de OpenAI, está en conversaciones con Jony Ive, el diseñador del iPhone, para crear un dispositivo con IA.

Y el mundo se ha acercado a la AGI, al menos según algunos líderes

La inteligencia artificial general es la capacidad de la IA para realizar tareas cognitivas complejas, como la capacidad de tomar decisiones sin intervención humana.

Jensen Huang, cofundador y consejero delegado de Nvidia, el gigante del chip que ayuda a impulsar la revolución de la IA, afirma que la AGI se alcanzará en sólo cinco años. John Carmack, ex alto cargo de Meta, cree que la inteligencia artificial se alcanzará en la década de 2030 y que su valor ascenderá a billones.

Pero eso no significa que la IA vaya a dominar el mundo. Por el contrario, los líderes empresariales afirman que en la próxima década todo el mundo tendrá asistentes de IA, así como acceso a médicos y abogados gratuitos.