5 lecciones para ser un buen líder durante las transformaciones organizacionales y tecnológicas, y cómo aprender de los errores de Mark Zuckerberg

Las empresas son entes vivos en continuo cambio y saber surfear todas las olas sin caerse de la tabla es responsabilidad de sus líderes y mayores responsables. 

Las compañías que se dedican a la innovación y a la tecnología son un buen ejemplo de que su día a día es una travesía constante, parecida a la que haces en el metro en una gran ciudad: te bajas de un tren para montarte en otro cada 2 por 3. 

Pero al contrario de la gente que viaja en metro o en tren, las empresas no se paran nunca ni llegan a un destino fijo, sino que siempre están cambiando. Sus objetivos a largo plazo evolucionan según lo hacen las necesidades y la tecnología disponible. 

Podemos tomar la revolución de la IA como ejemplo práctico para ilustrar cómo todo tipo de sectores y empresas han empezado a adaptarse a este gran cambio tecnológico que sin duda definirá el futuro del trabajo. 

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Aquellos CEOs o responsables que estén preparados para abrazar esta tecnología y sepan adaptarlo a las características de su propia empresa, serán los que triunfen el día de mañana. El resto se quedará atrás y eventualmente acabará desapareciendo por no ser competitivo. 

En la actualidad, las empresas y especialmente las grandes tecnológicas están dando precisamente un ejemplo de cómo no gestionar las compañías. En concreto, la figura de Mark Zuckerberg como CEO y líder de Meta, matriz de Facebook, es una muestra de no saber surfear bien las olas. 

Zuckerberg asegura que los despidos masivos que ha venido ejecutando en Meta y los últimos que anunció a mediados de marzo, son culpa de la inestabilidad económica y de la inflación. Sin embargo, sus propios inversores llevan mucho tiempo criticando la "falta de disciplina de costes" con su obsesión por el metaverso. 

Tener una visión clara de tu empresa y saber adaptarte a los cambios, incluso si tú mismo los estás impulsando, como el caso de Zuckerberg y el metaverso, es muy difícil porque un paso en falso puede tener grandes repercusiones para la empresa.

Por eso, cuando las compañías se encuentran en plena transformación organizacional y digital, es cuando se prueba si un jefe es un buen líder. 

El cambio y la transformación orgánica de la empresa pasa por la adaptación de su líder para abrazar y gestionar esos cambios. Al igual que las compañías se encuentran en entornos cambiantes, así lo hacen sus responsables. 

Aunque existen errores de gestión generalizados, hay uno que tiene que ver con las finanzas: no medir los esfuerzos en las tecnologías de inversión y tener que recular después, como ha tenido que hacer Zuckerberg con su metaverso. 

Para que un buen líder esté preparado para surfear todas las olas de las transformaciones digitales, sociales y económicas, hay 8 lecciones que debe aprender: 

1. Seguir el dinero

Los líderes tienen que tener muy clara la estrategia empresarial para poder desarrollar sus objetivos a largo plazo, teniendo en cuenta las circunstancias que caracterizan cada momento. El buen jefe debe diferenciar si está en un momento de exploración o de explotación y en cualquier caso, debe considerar si es el momento adecuado para ello. 

Volviendo al caso de Zuckerberg, el CEO de Meta y su obsesión por el metaverso le llevaron a invertir millones de dólares, mientras que existían otras tendencias tecnológicas mucho más potentes y que han acabado superponiéndose, como es la inteligencia artificial y en concreto, ChatGPT. 

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2. Tener en cuenta que la gestión de la tecnología es tan importante como la propia tecnología

Si algo pueden aprender las futuras generaciones de líderes del momento actual es que es tan importante invertir en la gestión de la tecnología como en la tecnología en sí. 

Todas las empresas acabarán tarde o temprano haciéndose con la última tecnología, sin embargo, la gestión que se haga de ella es la que marcará la diferencia. 

Zuckerberg se sumió tanto en el desarrollo del metaverso que hasta le cambió el nombre a su compañía para hacer honor a esta tecnología. Sin embargo, cuando han llegado las olas, no le ha dado tiempo a salir a la superficie para hacerles frente: su división encargada de la realidad virtual, Reality Labs, podría ser una de las afectadas por la nueva ronda de despidos.

3. Entender qué hace la tecnología y para qué se usa

Toda empresa debe evaluar las nuevas tendencias y especialmente las nuevas tecnologías para ver si se adecúan al propósito de su empresa y si suponen realmente una ventaja competitiva para su negocio. 

Es muy fácil que los jefes se dejen llevar por la emoción del momento y por querer estar subidos en la ola a la que se sube todo el mundo, sin embargo, las inversiones mal enfocadas pueden llevar al hundimiento. 

Un buen líder saber identificar qué olas son las que debe surfear, puesto que no todas las tecnologías se adaptan a las necesidades de cada compañía. En el caso de las empresas tecnológicas, tener esta visión en más difícil porque precisamente ellas son impulsoras de la misma. 

Pero Zuckerberg y el resto de los grandes empresarios a la cabeza de las big tech se dejaron llevar por el auge de las plataformas y el aumento del uso de la tecnología durante la pandemia. Pero no entendieron por qué y para qué la gente las estaba usando y calcularon mal la vuelta a la normalidad, cuando la gente volvería a salir a la calle y a trabajar, dejando de lado las pantallas. 

4. Gestionar la empresa y la tecnología como un todo

La gran revolución del momento, la inteligencia artificial, será probablemente la que transforme de forma definitiva el mundo laboral y con él, millones de puestos de trabajo. 

Toda tecnología anterior ha transformado el mundo tal y como lo entendían las generaciones anteriores a ellas, y nosotros tendremos que ajustarnos de la misma forma a que las cosas cambien con la implementación de la IA, aunque eso conlleve la pérdida de trabajos. Sin embargo, cómo se haga esta transformación definirá la las empresas.

Las estrategias de la compañía a largo plazo tienen que alinearse con las posibilidades tecnológicas que permitirán un mayor margen de beneficio y una mejor calidad o servicio.  

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Los continuos anuncios de despidos masivos en Meta refleja la realidad de que su CEO le dio más importancia a la tecnología que estaba desarrollando que a tener una empresa sólida para hacerlo. Las consecuencias de una mala gestión se pagan ahora con el recorte de miles de empleados que han dedicado su vida a la empresa. 

5. Ajustar la velocidad a los tiempos y mantener el rumbo

Un buen líder es aquel que sabe ir más allá. Es aquel que está atento a cómo se comportan todos los elementos que le rodean y le afectan para poder adelantarse, aprovecharse o evitarlos. 

Aunque suene a tópico, la tecnología va a la velocidad de la luz y los cambios que estamos experimentando ahora, por ejemplo con la implantación de la IA  disponible en algunos sectores, muy pronto se quedará obsoleto. 

Sin embargo, aunque todo vaya muy rápido, es necesario pararse antes de coger carrerilla. Aunque la situación económica no fuese favorable, aunque los beneficios se estuviesen reduciendo y aunque se previese una futura crisis, los recortes de personal de Meta podrían haberle salido más caros de lo calculado a Zuckerberg. 

Antes de coger la vía fácil ante las complicaciones externas, el buen líder sabe que es necesario ver el conjunto del puzzle y evaluar si la decisión que está a punto de tomar es rentable a largo plazo.