7 errores que nos pueden llevar a fracasar en la próxima pandemia

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Persona andando por la calle durante la pandemia de COVID-19.

REUTERS/Francis Mascarenhas

Primero en Upday Cintillo

Los peores pasos en falso que se han dado a lo largo de la pandemia del COVID-19 se concentran, principalmente, en las primeras olas de infecciones con el coronavirus. 

Sobre todo cuando se creía que "eso no nos iba a pasar a nosotros", señala Isabel Sola, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

"Lo que nos pasó en la primera ola no nos debería volver a pasar jamás en la historia. El mayor error de la gestión de la pandemia fue minusvalorar lo que venía", coincide Jaime Jesús Pérez, médico especialista en Medicina Preventiva, miembro de la Asociación Española de Vacunología (AEV).

Esto llevó a estar durante más tiempo expuestos al patógeno, que ha causado ya más de 11 millones de contagios en España. También a tomar tarde decisiones cruciales para frenar el avance del virus y a la escalada de sus consecuencias —desde la saturación de los centros de salud hasta la explosión de casos de COVID-19, pasando por la aparición de nuevas variantes—.

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Pero, como de todos los errores se aprende, esto también ha llevado a reorientar las medidas de control y a tener una mejor planificación para futuros brotes de SARS-CoV-2 y posibles nuevas pandemias.

Business Insider España ha preguntado a 5 expertos de larga trayectoria qué errores podrían poner en peligro la gestión de una futura pandemia y esto es lo que han contestado: 

1. Abandonar la investigación

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Cindy Liu/Reuters

"La ciencia se caracteriza porque tiene que seguir avanzando siempre y mejorando lo que ya hay", recuerda Isabel Sola, científica titular y codirectora junto a Luis Enjuanes del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Sola cree que la ciencia no se puede conformar con lo que ha descubierto de la pandemia y que ahí, justo en esa frontera, está el desarrollo del prototipo en el que lleva trabajando desde que empezó a propagarse el coronavirus: una vacuna que impide que te contagies con el COVID-19

Margarita del Val, también científica investigadora del CSIC, también insiste en la importancia de estudiar vacunas esterilizantes, como la del laboratorio de Luis Enjuanes, en la que trabaja Isabel Sola.

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"Hace falta desarrollarla porque una pandemia futura podría ser por vía respiratoria. Si los vacunados hubiesen sido seguros [en lo que a impedir la propagación se refiere], no habríamos tenido esta locura de casos", señala.

Pero Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología, recuerda que para que esta investigación dé el salto del laboratorio a los ensayos en humanos, la autorización del regulador europeo y su comercialización se necesita más (y más) inversión

"Esta pandemia nos ha demostrado que sin salud, sin medios sanitarios y sin ciencia no salimos de incluso problemas socioeconómicos. Y eso se consigue invirtiendo. La ciencia y la investigación y el desarrollo en estos ámbitos precisan de tiempo, de paciencia y de inversión. Sin medios, en un momento de presión como este que hemos tenido, pues es muy difícil responder", advierte. 

2. Quitar las restricciones demasiado pronto

Mujeres hablando en la calle con y sin mascarilla.

REUTERS/Jon Nazca

El fin de las mascarillas está cerca, en palabras del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. Y es algo que se está extendiendo por toda Europa: Suecia, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Reino Unido, Bélgica, Alemania y Francia desde este lunes. 

"Yo entiendo que cuando estemos más cercanos a los niveles más bajos de riesgo, 125 de incidencia o similares, se puedan quitar las mascarillas en interiores porque las posibilidades de coincidir son bajas", reflexiona Jaime Jesús Pérez.

"Pero no es el caso. Ahora mismo tenemos una incidencia alta y probablemente la sigamos teniendo. Si quitamos las mascarillas en interiores se van a dar más infecciones", adiverte.

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López Hoyos cree que tendremos que estar "muy vigilantes" para que estas medidas de relajación sean realmente supervisadas y controladas para que no haya un nuevo brote o variante de escape.

"Las cifras, que claramente estaban bajando de los niveles que teníamos, están todavía a niveles alrededor de 500 por 100.000 habitantes, que en otras epidemias era algo exagerado e inadmisible", advierte.

Por lo que, aunque cada vez queden menos restricciones, esto no está acabado ni mucho menos.

"Parece que cada vez está más cerca y es más fácil. Pero es pronto para poner una fecha", dice el inmunólogo.

3. Dar una falsa ilusión de seguridad

Gente celebra en la calle

Nacho Doce/Reuters

En esta misma línea, los científicos que han hablado con Business Insider España reconocen que temen que la gente vuelva a confiarse como lo hizo al principio de la pandemia.  

"Se ha dado una sensación de espejismo, con la que hay que ir con más cautela. Sí que parece que ómicron es algo más suave, pero no hay datos sólidos de suficientes sitios como para asegurarlo. Cuando nos infectemos, después de estar vacunados, tendremos una inmunidad sólida con poco riesgo. Pero que nadie se deje infectar ahora. Este es el punto nuevo", advierte Margarita del Val.

Barrios señala que, a pesar de que ómicron produjo casos más leves que las variantes anteriores, gracias a la vacunación o a la inmunidad por la infección previa, dejó una mortalidad muy alta porque se propagó de una forma muy, muy impresionante

Los casos de ómicron representan más del 50% de los diagnosticados en España en toda la pandemia, más de 5,5 millones de casos frente a los 11 millones totales. 

4. No advertir a los más vulnerables

Gente por la calle durante la pandemia.

REUTERS/Nacho Doce

La inmunóloga vocal de la SEI apoya que cada vez vayamos moviéndonos hacia "un mundo más normalizado". Pero cree que ciertos grupos de la población aún deberían tomar más precauciones que la media.

"Las personas vulnerables, las que no tienen una respuesta inmune por vacunarse o las que no han pasado la enfermedad, deben seguir extremando la precaución", sugiere. 

Según del Val, los no inmunizados están en la misma situación que en los principios de la pandemia.

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"Los mayores, sobre todo los mayores, que no se confíen y se dejan infectar. Muchos piensan 'total, ¿si me voy a infectar en algún momento por qué no me infecto ahora?' No, ahora mismo conocemos menos al virus y probablemente la cantidad es superior y los tratamientos todavía necesitan más investigación y experiencia", dice la viróloga.

Las advertencias no sólo van destinadas a las personas de grupos de riesgos.

"Hay tener conciencia de que somos vulnerables y que estas amenazas [como el coronavirus] están ahí y que hay que estar preparados frente a ellas, que no podemos decir 'hasta ahora no ha pasado, por qué va a pasar ahora'", añade Sola.

5. No invertir en Sanidad 

Unas enfermeras de un hospital de Leganés llorando

Reuters

"Lo que nos pasó en la primera ola no nos debería volver a pasar jamás en la historia, porque no tener EPI y no tener ventiladores es inadmisible después de lo que ha pasado", señala el experto de la AEV.

"Hay que estar preparado para lo imprevisible. Se tiene que tener capacidad de adaptación y de improvisación. Y uno de los problemas más evidentes es que la salud pública está muy mal dotada, que la investigación en vacunas es clave y que todo lo relacionado con el material —desde los EPI hasta los ventiladores —son cosas no podemos dejar en manos de la industria internacional", insiste.

Sus palabras no distan mucho de las de la inmunóloga vocal de la SEI, Yvelise Barrios.

"La sanidad está en boca de todos y todos recibimos aplausos al principio, pero lo que realmente hay que hacer es invertir para que el músculo sanitario que tengamos en España esté perfectamente engrasado. Era difícil de prever, pero debemos reforzar todos estos puntos que no estaban adecuadamente reforzados en el momento en que comenzó esta pesadilla", denuncia Barrios.

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"Invertir en Sanidad y en investigación es fundamental. Sabemos que nuestro país no ha podido estar en la primera línea del desarrollo de vacunas, —a pesar de tener ideas y grupos de laboratorio preparados— porque no tiene un tejido potente empresarial en el ámbito biosanitario. El fallo está en la inversión. Sin dinero no se puede avanzar", aporta el homólogo de Barrios, el Dr. López Hoyos.

De facto, advierte Sola sobre la investigación de la vacuna de Enjuanes que negocia el salto a los ensayos en humanos, el problema vendrá cuando la etapa clínica multiplique hasta por 100 los costes.

"Ahí es cuando nosotros, sin una cofinanciación externa, no podemos asumir ese salto porque es una escala distinta de inversión", reconoce Sola. 

6. Tomar decisiones descentralizadas

Una diputada levanta la mano en el Congreso de los Diputados para marcar el sentido de voto a sus compañeros de partido

"En este país, la Sanidad está distribuida en 17 comunidades y la coordinación ha sido muy difícil muchas veces", reconoce el presidente de la SEI en una entrevista con Business Insider España.

"Y cuando hay un problema sanitario que es igual en Santander que en Huelva, no lo podemos tratar de forma distinta. Este es un problema de nuestra Sanidad, que tenemos 17 comunidades tomando decisiones que competen más al ámbito político que al ámbito científico técnico", insiste el experto.

"El problema de la gestión en España es que el Gobierno central se quedó fuera voluntariamente para no asumir costes políticos. Y no hay más que ver qué es lo que mejor ha funcionado: la estrategia de vacunación", describe Jesús Pérez.

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Sola cree que el esfuerzo ha de ir más allá incluso que la coordinación entre las comunidades

"Una de las cosas fundamentales que hemos aprendido es la necesidad de cooperación. No vale con un esfuerzo individual, si no que se necesita la colaboración de muchas disciplinas de la ciencia y de muchos elementos de la sociedad", apunta la científica.

"Como científicos, estamos acostumbrados a colaborar, pero esto nos ha hecho ir mucho más allá. Hemos establecido contactos con compañías farmacéuticas, con agencias reguladoras de medicamentos, con Gobiernos...", cuenta.

7. No tener equipos multidisciplinares

Un grupo de científicos revisar un historial médico.

REUTERS/Kai Pfaffenbach

En línea con lo que reclama la investigadora de la vacuna española, Barrios destaca que la pandemia también ha hecho a muchos darse cuenta de que son necesarios comités multidisciplinares para poder abordar todo lo complejo que ha traído la pandemia.

"No solamente virólogos, infectólogos, intensivistas o inmunólogos. Todo ha de ser en equipo", insiste.

Este fallo en el sistema ha sido una de las peores consecuencias que han sufrido los pacientes con COVID persistente, quienes han contado a Business Insider España que incluso meses después de su diagnóstico, los médicos aún no se deciden a qué especialista derivar su caso

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