Sabes que deberías hacerlo pero siempre hay una excusa perfecta para evitarlo. Odias sudar y cualquier cosa te suena más atractiva que someter a tu cuerpo a una actividad física que suponga esfuerzo, agotamiento y agujetas durante días.

Mantenerse activo es clave si quieres tener una vida larga, pero también plena. Porque de lo contrario llegará un momento en el que levantarte del sillón o agacharte a por eso que se te ha caído será tarea titánica.

Si aún así no lo ves claro los expertos en salud de Harvard han recopilado algunos de los consejos más útiles para hacer del ejercicio un hábito.

Reflexiona por qué quieres hacer ejercicio

Cuando te paras a pensar las razones para hacer ejercicio es posible que ponerte a ello sea más fácil. Seguramente estar más sano, vivir más, tener un mejor físico y buen ánimo sean cosas que quieras.

Así cada vez que la motivación se venga a bajo te será fácil recordarte las bondades de enfundarte las zapatillas.

Incluye el entrenamiento en tu agenda

Igual que deberías reservar tiempo libre para ti en tu apretada agenda incluir un espacio para el deporte hará que no te sirva la excusa de no encontrar el momento para hacerlo.

Si no dispones de media hora para ello, puedes fragmentarlo. "10 minutos por la mañana, al mediodía y por la noche pueden aportarte los mismos beneficios que 30 minutos de una sola vez", aseguran desde Havard.

Haz ejercicio con un amigo

La ciencia ha comprobado que encontrar un compañero de entrenamiento es la mejor manera de disparar la motivación.

Por qué, pues porque supone un refuerzo positivo y más responsabilidad frente a la actividad física. O dicho de otra manera, si has quedado con tu amigo a las 8 de la mañana para correr no le dejarás tirado pero si solo depende de tus ganas de madrugar seguramente te quedes en la cama. Además siempre está la excusa de tomar algo tras el entrenamiento. Aunque cuidado porque eso puede llevarte a beber más de lo que deberías.

Piensa en formas sencillas de moverte más

No solo realizas ejercicio cuando te pones el chándal y te vas a correr. Es fácil que te animes a moverte más cuando el movimiento se convierte en un reto o un juego.

¿Cómo podrías sumar  más minutos? Ve caminando al trabajo o bájate una parada antes. Aprovecha los descansos para andar o convierte las reuniones en paseos. Olvida el ascensor y fija un pequeño paseo tras comer.

Puedes obtener más motivación al medirlo

No es necesario gastar dinero en dispositivos para medir tu rendimiento físico. Pero si ya los tienes puedes obtener beneficio de ello. Como animal competitivo es fácil terminar queriendo superarte a ti mismo.

Lo que parece confirmar un estudio de 2017 que analizó las experiencias de los usuarios con los rastreadores de actividad física y encontró que la mayoría habían aumentado su actividad física al usarlos.

Busca una actividad que te guste

Es obvio pero a veces se olvida. Está de moda el HIT, cargar una mochila o darle a las pesas. Pero puede que a ti te vaya más bailar, probar un deporte menos conocido o caminar por la naturaleza.

Hacerlo que te gusta es el camino directo para repetir de nuevo.

Recompénsate

Fíjate objetivos a corto plazo y recompénsate por alcanzarlos. Los expertos de Harvard afirman que puede funcionar y la ciencia ha encontrado algunas pruebas de que puede funcionar para mejorar la motivación.