Las verdaderas razones por las que se están produciendo despidos y cuánto van a durar, según el exvicepresidente de recursos humanos de Microsoft

Chris Williams
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Chris Williams trabajó en Microsoft cerca de 8 años.
Chris Williams trabajó en Microsoft cerca de 8 años.

Chris Williams

  • Chris Williams, exvicepresidente de recursos humanos y ahora podcaster, consultor y creador de contenidos en TikTok, explica que el covid-19 abrió un abanico de oportunidades sin precedentes para las empresas tecnológicas y muchas contrataron en exceso.
  • Williams asegura que los despidos masivos que se han producido son recortes que se tenían que haber hecho de forma gradual hace años. 

Era vicepresidente de recursos humanos de Microsoft cuando estalló toda la burbuja de las puntocom y también viví en primera persona las consecuencias del colapso financiero en 2008 —como la mayoría de nosotros—. He visto esta película antes.

El drama de los despidos masivos en las grandes empresas tecnológicas han hecho efecto contagio en otros sectores debido a las razones por las que han decidido despedir: la situación económica. Pero en realidad, los recortes de personal se podrían haber evitado si las compañías hubiesen hecho una buena gestión a tiempo. 

Estas son las 3 verdaderas razones por las que la industria tecnológica está despidiendo gente y por qué esto no supone un freno en los avances tecnológicos. 

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1. La bonanza de la pandemia

Los sectores turísticos y del entretenimiento fueron los que más sufrieron las consecuencias del confinamiento causado por el covid-19, quedando devastados. 

Sin embargo, todo el mundo se quedó encerrado en casa con sus móviles, ordenadores y portátiles, y eso abrió la puerta a una mina de oro para las aplicaciones y plataformas. Las empresas tecnológicas vieron una oportunidad de crecimiento sin precedentes.

La que más se benefició de la situación fue Amazon, que se hizo con el significativo aumento del comercio electrónico y que supuso un cambio radical en los hábitos de compra. Contrataron sin parar, pasando de 800.000 empleados en 2019 a más de 1,6 millones en 2021. 

Pero cuando el mundo volvió a recuperar su normalidad poco a poco, también volvió lo físico y el comercio local. Amazon había contratado en exceso por las buenas previsiones, pero calcularon mal. 

Lo mismo ocurrió con otras empresas tecnológicas. Microsoft, Google, Meta e incluso Peloton tuvieron un crecimiento exponencial durante la pandemia. 

Sin embargo, el incremento de la demanda sus servicios fue puntual debido a la situación global y no una tendencia que fuese a mantenerse en el tiempo. Estas compañías también han tenido que enmendar sus malas previsiones con el despido de parte de su plantilla.

En su momento, el expresidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, calificó la burbuja de las puntocom de "euforia irracional". Con el covid-19 ha pasado lo mismo.

2. Había exceso de personal

Las consecuencias de cola del covid-19 en la economía han hecho saltar las alarmas en las empresas tecnológicas y casi 3 años después, se han dado cuenta de que sus previsiones no estaban ajustadas a la realidad económica ni al tamaño de su organización.

La situación de los despidos masivos empeora cuando se trata de empresas, como las tecnológicas, que siempre se han caracterizado por tener equipos muy grandes para liderar proyectos innovadores e ir más allá de su fin último. 

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Eran empresas que siempre han mostrado una lealtad por aquellos trabajadores que han liderado la creación de productos o servicios de vanguardia, y que han optado por mantener proyectos experimentales, aun cuando la viabilidad era minúscula. 

Pero cuando las consecuencias económicas de la pandemia han sido palpables, estas empresas no han tenido más remedio que examinar más críticamente sus cuentas y han optado por medidas radicales para salvaguardarse. Incluso algunos de los despidos han incluido a empleados con muchos años de antigüedad y que habían contribuido significativamente al negocio de la empresa.

A la hora de elegir a quién despedir, las grandes tecnológicas no han optado por la fórmula "el último en entrar, el primero en salir", sino que han decidido aplicar la métrica de los resultados empresariales y eso ha sido doloroso de ver. 

3.  También había un componente reputacional

Muchos de los despidos que se han producido ahora deberían haberse llevado a cabo hace varios años y de manera mucho más amable

Sin embargo, las juntas directivas no querían ser vistas por Wall Street como empresas en riesgo. Tenían miedo de ser las únicas en despedir, mientras que seguía la lucha por el talento con el resto de compañías. Eso habría hecho que sus acciones cayeran en picado.

Sin embargo, en cuanto se vio que todas estaban en números rojos, ya no hubo miedo al despido. Empresas que seguramente habrían despedido hace bastante tiempo, ahora descartaban todo el personal posible para evitar estar verdaderamente en riesgo. 

Incluso Apple, que siempre ha sido notoriamente prudente y estable, ha aprovechado esta circunstancia para reajustar su capa minorista y despedir a un pequeño número de personas.

Pero el escándalo de los despidos masivos no han sido los despidos en sí, sino las justificaciones dadas para ellos. El recorte de plantilla ha ido más allá de lo que las métricas puramente económicas pueden justificar.

Sin embargo, el futuro es brillante

Aunque los despidos hasta ahora hayan sido numerosos, no está claro que hayamos pasado lo peor. Lo más probable es que se produzcan más despidos durante el verano y el otoño. 

Dicho esto, no hay ninguna razón para considerar los despidos como un presagio de pesimismo para lo que a la tecnología en sí respecta. 

La revolución que ya ha generado la IA será el catalizador de nuevas formas de trabajo, nuevos servicios y nuevas herramientas. Desde Microsoft apuestan a que la inteligencia artificial va a cambiar la forma en la que hoy vivimos y eso pasa por el aprendizaje automático y herramientas como ChatGPT.

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También está el asombroso mundo de la computación cuántica, que cambiará por completo nuestra vara de medir el rendimiento de los ordenadores. Revolucionará los mundos de la criptografía, las finanzas, la modelización y la genómica.

No nos podemos olvidar de que el metaverso sigue ahí. Quizá Meta esté exagerando cómo será el mundo virtual, pero hay muchas razones para ser optimistas respecto a las aplicaciones de la realidad aumentada. Incluso se rumorea que Apple está haciendo un gran esfuerzo en este sentido.

Todo esto sin mencionar los drásticos cambios que se avecinan en las redes sociales: los cambios de TikTok, Twitter, Facebook, Instagram y otros ofrecen mucho espacio para el crecimiento.

Si bien es verdad que hay un enorme retraso en la transformación digital en general. Aún quedan muchas empresas que hayan completado su transformación digital, lo que ralentiza a la economía digital en su conjunto.

Chris Williams fue vicepresidente de Recursos Humanos de Microsoft y ahora trabaja como asesor de liderazgo, podcaster, creador contenidos en TikTok y es autor publicado.

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