"Todo el personal está trabajando al 150%, mejor no lo pueden hacer": las residencias de personas mayores en España y Suecia aglutinan más del 40% de los fallecimientos con COVID-19

Residencia de personas mayores.
  • La propagación de la pandemia del COVID-19 afecta a más de 2,7 millones de personas en el mundo en 215 territorios y, entre ellos, Suecia y España, con más de 17.000 y 200.000 casos, respectivamente. 
  • En Suecia, las autoridades han decidido no imponer medidas y que los ciudadanos se cuiden por sí mismos. Mientras, España lleva ya más de un mes en estado de alarma. 
  • La única medida en la que los 2 países coinciden para intentar frenar la propagación del coronavirus es en aislar y proteger a uno de los mayores grupos de riesgo: las residencias de mayores. 
  • Business Insider España ha hablado con una directora y 2 auxiliares de geriatría de pequeños pueblos de ambos países. 
  • Así se está viviendo dentro de las residencias de mayores la pandemia del coronavirus: desde 0 casos reportados en Staffanstorp, al sur de Suecia, hasta la primera pérdida en Arnedo (La Rioja). 
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Gran parte de Europa se ha visto severamente afectada por la propagación del coronavirusSARS-CoV-2, pero no todos los países han tomado las mismas medidas para intentar contener el número de contagios.

Ahora mismo, la pandemia del COVID-19afecta a más de 2 millones de personas en todo el mundo. En España, hay más de 200.000 casos reportados y más de 22.000 fallecidos. Mientras, en Suecia, el número total de contagiados asciende a más de 17.000 con más de 2.100 víctimas mortales.

Pero el plan de choque para frenar la propagación del coronavirus dista mucho de un país a otro.

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España lleva desde el 14 de marzo en estado de alarma, mientras que Suecia ha decidido que sus ciudadanos deben cuidarse por sí mismos, prescindiendo de cualquier tipo de restricción de movimientos.

Hasta ahora, sus recomendaciones se limitan pedir que no se realicen viajes, que las personas mayores de 70 años no salgan de casa, prohibir las reuniones de más de 50 personas, instar a que los bares y restaurantes sólo atiendan a los clientes que estén sentados en mesas y restringir las visitas a centros de mayores. 

Más del 40% de los fallecidos en España y Suecia residían en centros geriátricos

La única medida en la que han coincidido ambos países ha sido en priorizar, desde el inicio de la crisis del coronavirus, la protección y el cuidado de las personas mayoresgrupo de riesgo en el contagio del COVID-19—.

Más de 15.400 de las 22.000 víctimas mortales en España vivían en residencias de mayores. Es decir, más del 68% de los fallecidos, según RTVE.

Y, a pesar de la amplia diferencia tanto en el número total de contagiados como en las víctimas mortales entre España y Suecia, en el país nórdico el porcentaje de fallecidos por COVID-19 que residían en geriátricos también es elevado. En concreto, supera el 40%, según Daily Mail, que analiza los datos hasta el pasado 16 de abril. Serían unos 520 casos.

Business Insider España ha entrevistado a Marisol Quiñones, directora de la Residencia Ciudad de Arnedo (La Rioja) y a 2 auxiliares de geriátricos situados a 2.259 kilómetros de distancia.

Ileana Rey trabaja en Arnedo y Yuliet Rodríguez en Staffanstorp (Skåne, Suecia). A pesar de la distancia, ambas luchan contra la misma crisis sanitaria que sacude a todos los centros de mayores del mundo. Las dos residencias pertenecen a municipios que tienen, aproximadamente ,14.800 habitantes y, mientras que en La Rioja hay 3.790 contagiados y 307 fallecidos en La Rioja, hay unos 606 casos reportados en Skåne.

"No se pueden hacer visitas de ningún tipo en ninguna de las residencias del país"

Ileana Rey es auxiliar de geriatría desde hace 9 años y forma parte del equipo geriátrico de la residencia de mayores de Arnedo. Según explica a Business Insider España, antes de decretarse el estado de alarma, los primeros pasos que dio la residencia ante la crisis del coronavirus fue imponer un cierre total y la restricción de las visitas

"Se suspendieron las visitas al centro y se impusieron medidas más estrictas en cuanto a la limpiezala desinfección de todas las áreas de la residencia", recuerda. 

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Medidas que no distan mucho de las del, Suecia, donde han prohibido también las visitas y han reforzado la atención sanitaria.

Pero, así como es responsabilidad de cada uno salir a la calle, ha recaído en las auxiliares de geriatría decidir qué es lo mejor para los ancianos residentes

"No se pueden hacer visitas de ningún tipo en ninguna de las residencias del país y tenemos todo el material de protección necesario. Pero, al no haber restricciones, hemos tenido que decidir según las recomendaciones. A las personas mayores acostumbradas a salir, no les dejamos salir o, al menos, muy poco", afirma Yuliet Rodríguez, auxiliar de geriatría de la residencia de Staffanstorp, al sur de Suecia. 

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Ambos centros han establecido, además, las condiciones necesarias para tratar a los contagiados en situación de aislamiento. En el caso de Suecia, cada uno de los residentes será atendido en su habitación individual —de la que todos disponen y que está preparada con todo el equipamiento especial—.

Mientras, en España, se ha preparado una sala de aislamiento para los casos detectados —tienen varios— a la que sólo puede acceder un reducido grupo de personal sanitario, enfermeras, médicos y auxiliares para evitar los posibles contagios dentro del centro. 

"Los contagiados están en salas totalmente aisladas del resto de los residentes y así nos aseguramos de evitar la propagación. Y el resto hace vida sólo en sus habitaciones", añade Rey.

"Desde el principio teníamos todo preparado. Habíamos separado 6 camas en aislamiento, con sus bombonas de oxígeno, saturímetros, termómetros, los equipos de protección (EPIs), con medicaciones, carro de cura, aparato de electros... Todo lo que no hubiésemos querido usar nunca, lo teníamos en el almacen", asegura Quiñones, la directora del centro. 

"He cambiado horarios, turnos y días de libranza e incluso reforzado el personal y nadie ha dicho a nada que no. Todo el mundo colabora en todo lo que puede. Todo el personal está trabajando al 150%, mejor no lo pueden hacer", insiste.

En Arnedo han sufrido pérdidas; en Staffanstorp, 0 casos

La situación no es igual para ambos geriátricos.

"Un día nos venimos arriba y otro estamos abajo. Y así estamos, en medio de un torbellino de emociones", reconoce Quiñones, quien señala que, a pesar de los casos detectados, la residencia dispone de todo el material necesario. 

"Todo lo que hemos pedido para protegernos nos lo han comprado antes incluso de tener el primer caso. De hecho, cuando lo confirmamos, ya lo teníamos en la sala de aislamiento", agrega

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Los tests de diagnóstico de COVID-19 sólo se hacían, hasta el momento, a quienes presentaban síntomas de la enfermedad. Pero las pruebas se han extendido a todos los residentes y al personal sanitario del centro puesto que alguno podría ser asintomático o estar en periodo de incubación.

"Desde antes de tener disponibles los tests, se les controla la temperatura en 3 turnos diferentes entre los que estamos repartidas las auxiliares", cuenta Rey sobre el control de los síntomas conocidos hasta el momento del COVID-19, algo que Quiñones recalca que se sigue haciendo.

"Cuando los residentes han presentado síntomas y hemos pedido pruebas PCR, nos la han traído sin ningún problema. Todo a través del Gobierno de La Rioja, del sistema nacional de salud", aclara la gerente del centro. 

Ileana Rey, auxiliar de geriatría.
Ileana Rey, auxiliar de geriatría.

Arnedo, La Rioja, cuenta con varios casos reportados y han sufrido algún fallecimiento.

"No te puedo decir datos, son confidenciales, pero sí que hemos tenido algunos y hemos sufrido alguna pérdida", admite Quiñones.

Mientras, hasta el momento, en Staffanstorp no se han detectado contagios. "En mi trabajo rezamos para que no pase nada. Lo llevamos bien, nos cuidamos lo máximo posible y evitamos que cunda el pánico. Nos hemos aislado por sentido común y conciencia propia", confiesa Rodríguez. 

Los residentes con mayor deterioro cognitivo son quienes peor llevan la situación

"A pesar de las circunstancias, y teniendo en cuenta que son muy susceptibles y vulnerables a los cambios por su edad y estado cognitivo, los residentes se portan bastante bien; algunos están un poco desconcertados y, a la vez, simpatizando mucho con la situación", cuenta Rey.

"Entre los más dependientes se nota cierta tristeza debido a su deterioro cognitivo, pero dependiendo de su estado, hablamos mucho con ellos, hacemos actividades, les animamos y hasta les cantamos. Lo que sí les anima mucho es tener videoconferencias con sus familias para no sentirse abandonados —"es muy difícil estar separado de las personas que quieres"—. Es una vía de comunicación que también utilizan en Staffanstorp.

Pero el contacto es mínimo y, con los trajes de protección, apenas les reconocen. 

"No sé hasta qué punto se dan cuenta ni hasta qué punto lo entienden muy bien", reconoce Quiñones. "Han pasado de verse 30 o 40 personas a tener contacto únicamente con las personas que que entran en las habitaciones y vamos tan protegidos que casi no nos reconocen. Es una situación que para ellos va a ser complicada, tanto si pasan el COVID-19 como si no, porque los que no lo pasan están desconectándose de la realidad".

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"Los familiares muestran mucha comprensión con todo el personal sanitario, pero eso no quita que estén temerosos con la situación por mucho que sepan que todo el personal está preparado para hacer frente a cualquier situación con profesionalidad y de manera diligente", advierte Rey.

En Arnedo, Quiñones y el personal médico o las trabajadoras sociales informan diariamente a las familias de todo lo que sucede dentro de la residencia: "Desde el primer día que se prohibieron las visitas, quedé con las familias en que les iba a informar de todo lo que pasaba en la residencia. Además, el médico les llama todos los días y les dice cómo están evolucionando".

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Pero en Staffanstorp, al no haber un decreto de alarma aprobado por el Estado y al no tener ningún caso entre los residentes, los abuelos en la residencia están muy tranquilos y, de hecho, siguen las noticias. "La cosa cambia cuando miras a Estocolmo o Malmö, donde hay más casos y la gente sale a la calle con el buen tiempo", lamenta Rodríguez, que cree que la situación podría empeorar si no se toman las medidas pertinentes.

No obstante, Staffanstorp está a más de 600 kilómetros de Estocolmo, la capital de Suecia y el epicentro del coronavirus en el país. Mientras, Arnedo se encuentra a poco más de 300 kilómetros de Madrid.

"Es una crisis terrible en muchos países y en Suecia está bastante avanzado, sobre todo en Estocolmo. En mi opinión, no se han tomado las suficientes medidas. Es cierto que la gente no se mueve igual que antes. Pero estos días, después de 6 meses de invierno sin sol ni salir de casa, empieza el buen tiempo y todos quieren salir y todos los restaurantes, cafeterías y lugares poder reunirse están abiertos", explica. 

En Suecia, sin aislamiento especial... y, en España, un hotel evitar riesgos

De momento, a ninguna de las 2 auxiliares les han pedido algún tipo de aislamiento especial —a pesar de no haber restricciones en Suecia—.

"Aquellos que presentan síntomas, se van a casa 14 días hasta que no los tengan", detalla Rodríguez. En la residencia, no han hecho tests de coronavirus, pero a cualquier persona que por otros motivos haya tenido que acudir a un hospital se le ha realizado posteriormente la prueba del COVID-19, aunque no presentase síntomas, para prevenir la propagación. 

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En Arnedo, han puesto a disposición de los sanitarios uno de los hoteles de la ciudad.

"Nos han ofrecido y algunas trabajadoras lo han aceptado, aislando a los auxiliares en el Hotel Victoria de Arnedo. Así, los que no se podían aislar en sus casas y no tenían cómo proteger a sus familias han tenido la opción", explica la directora.

"También disponemos de atención médica, medicamentos o psicólogos para gestionar el estrés o la ansiedad", destaca Rey.

Mientras, aquellos que, por el motivo que sea, no han podido aislarse, deben mantener la entereza. "Es duro llegar a casa, ver a los tuyos y no poder besarles y demostrarles tu amor con un gesto de cariño cuando más se necesita, pero me quedo con la labor extraordinaria que realizamos", dice Rey, que finalmente ha tenido que aislarse para proteger a personas de riesgo de su hogar. 

Sólo en España, hay más de 35.000profesionales de la salud contagiados, lo que representa el 17,5% de los infectados en el país. Y, en Suecia, ante la ausencia de medidas y del registro exhaustivo de los casos, cada vez son más los expertos y sanitarios que critican y exigen al Gobierno mayor protección y responsabilidad.

Quiñones, Rey y Rodríguez pertenecen a los miles de millones de sanitarios que trabajan cada día por luchar contra la pandemia del COVID-19.

Desde Business Insider España queremos agradecer su labor y la de todos los trabajadores del ámbito de la salud por su esfuerzo, su dedicación y su sacrificio en la gestión de la crisis del coronavirus. 

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