Las grandes incógnitas por resolver del coronavirus un año después del inicio de la pandemia

  • El 31 de diciembre de 2019 las autoridades de salud pública de China informaron a la Organización Mundial de la Salud de un virus desconocido que había causado un brote en la provincia de Wuhan. 
  • 12 meses después, las restricciones de aforo para evitar la propagación de lo que ahora conocemos como SARS-Cov-2 marcan la celebración de las Navidades y la Nochevieja de este año. 
  • Sin embargo, aunque parece que estamos ante el principio del fin de la pandemia, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el virus. Esto es lo que seguimos sin saber sobre la pandemia de coronavirus un año después de que comenzara la crisis sanitaria.
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El 31 de diciembre de 2019 las autoridades de salud pública de China informaron a la Organización Mundial de la Salud de un virus desconocido que había causado un brote en la provincia de Wuhan. 

12 meses después las restricciones de aforo para evitar la propagación de lo que ahora conocemos como SARS-Cov-2 marcan la celebración de las Navidades y la Nochevieja de este año. 

Más importante aún, el nuevo coronavirus ha infectado a más de 70 millones de personas en todo el mundo, causando una crisis sanitaria sin precedentes en todo el planeta. 

En estos meses las buenas noticias han sido pocas, ya que el desconocimiento sobre el virus impedía saber cómo protegerse de él, si las vacunas serían efectivas y podrían desarrollarse a tiempo y cómo tratar a los pacientes que enfermaban gravemente. 

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Sin embargo, aunque parece que estamos ante el principio del fin de la pandemia, todavía hay muchas preguntas sin respuesta sobre el virus: esto es lo que seguimos sin saber sobre la pandemia de coronavirus un año después de que comenzara la crisis sanitaria. 

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¿Por qué algunas personas enferman y otras no?

Chicas con mascarillas andando por la calle.

Desde el inicio, uno de los interrogantes más apremiantes y que sigue sin tener respuesta es la forma tan diferente en la que la infección afecta a las personas. 

Aunque algunos factores como la edad o las patologías previas han demostrado ser clave en el desarrollo de la enfermedad del coronavirus, lo cierto es que no se sabe por qué el virus afecta a unas personas mientras que otras permanecen totalmente asintomáticas. 

La investigación científica está abordando el asunto desde diversos ámbitos, tanto desde la genética como desde la inmunología, porque conocer qué marca la diferencia permitiría orientar mejor los tratamientos. 

"Está siendo especialmente grave en personas con patologías previas y, a lo mejor, hace falta tener distintos tipos de vacunas en función de los pacientes", reflexionaba la viróloga de la Escuela de Medicina Icahn en el Hospital Monte Sinaí, Ana Fernández-Sesma, en una entrevista anterior con Business Insider España.

"Lo más importante sería identificar los grupos de riesgo porque no vamos a encontrar una cosa que funcione para todos", señalaba. 

En este sentido, los casos más desconcertantes son los pacientes de larga duración, aquellos que tras haber pasado la enfermedad mantienen síntomas durante mucho más tiempo del normal. 

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¿Cuáles son los efectos a largo plazo de la enfermedad?

Sanitario atiende secuelas de COVID-19.
REUTERS/Benoit Tessier

En esa línea, otro gran quebradero de cabeza para la ciencia está siendo las consecuencias a largo plazo de la infección.

Algunos pacientes experimentan problemas neurológicos, anormalidades cardiacas y fatiga crónica entre otros. 

Estas secuelas son heterogéneas y no están necesariamente ligadas a un cuadro severo inicial de coronavirus, lo que no hace más que aumentar el desconcierto de los científicos sobre su causa y ha obligado a las autoridades públicas a hacer constantes advertencias dirigidas especialmente a los jóvenes para señalar que nadie está libre de las consecuencias del virus. 

Uno de los grandes interrogantes a despejar en relación con este fenómeno es sí las secuelas del virus podrían acabar convirtiéndose en enfermedades crónicas. 

"Va a llevar entre meses o más de un año determinar si la gente que realmente queda mal parada", reflexionaba el Dr. Anthony Fauci, principal experto en enfermedades infecciosas en Estados Unidos. 

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¿Cuánto dura la inmunidad?

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El hecho de que hayamos convivido tan poco con el virus hace que los investigadores sean incapaces de saber durante cuánto tiempo permanece protegida una persona que ha desarrollado inmunidad tras una infección. 

Lo mismo ocurre con las vacunas que empezarán ahora a comercializarse. Aunque los ensayos avalan su seguridad y su eficacia, es imposible saber durante cuánto tiempo garantizan protección a los que la reciben. 

"No sabremos cuánto dura la inmunidad, porque no habrá dado tiempo a seguir a los voluntarios durante mucho tiempo", reconocía Isabel Sola, científica titular y codirectora junto a Luis Enjuanes del laboratorio de coronavirus del Centro Nacional de Biotecnología (CNB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), "pero será el único interrogante. Por lo demás, serán seguras e inducirán inmunidad".

De lo que sí hay señales es de que el sistema inmune aprende a lidiar con el virus y el paciente adquiere, por lo menos, una inmunidad temporal. 

Los casos de reinfecciones, aunque son solo un pequeño porcentaje, añaden más interrogantes a la cuestión de la inmunidad, puesto que revelan que puede ocurrir que la protección no sea permanente, por lo que los investigadores trabajan para conocer qué determina este resultado. 

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¿Seguirá circulando el virus? 

Un operario desinfecta las calles de Barcelona en medio de la pandemia del coronavirus

Saber con cuánta frecuencia podría ocurrir una reinfección y durante cuánto tiempo estamos protegidos ayudaría a despejar la última gran incógnita: ¿seguirá circulando el virus una vez haya finalizado la pandemia?

Los expertos no saben si el virus podrá ser erradicado por completo, pero se inclinan por la opción de que se convertirá en una enfermedad endémica, ya que parece improbable que las vacunas garanticen protección permanente. 

"Hay que tener en cuenta que las vacunas que van más adelantadas parece que protegen de la enfermedad, pero no pueden demostrar su eficacia en evitar la infección. De hecho, teniendo en cuenta los resultados preclínicos en modelos animales, es muy probable que no la eviten", explicaba Sonia Zúñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC), en una entrevista anterior con Business Insider España. 

En definitiva, aunque la ciencia ha avanzado mucho en la investigación sobre el coronavirus, permitiendo orientar las políticas públicas y el desarrollo de vacunas y tratamientos, es mucho lo que todavía no sabemos. 

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