9 aberraciones que cometes y por las que pillas la gripe y te resfrías todos los años

Tuvo que llegar el COVID-19 en forma de pandemia mundial para que se tomasen en serio las medias de higiene y desinfección de los virus que conviven con nosotros. 

Aunque existen diferencias considerables entre el coronavirus y la gripe –también conocida como influenza–, existen múltiples similitudes que hacen que costumbres como lavarse las manos más a menudo, desinfectar superficies que tocan muchas personas o abrir las ventanas para airear, sean medidas que también ayuden a evitar el contagio por gripe o por resfriado común. 

La gripe es una patología que afecta a cientos de personas, y junto al resfriado común, es habitual que adultos sanos se infecten entre 3 y 4 veces al año. Aunque los resfriados son más leves que la gripe, los mecanismos para prevenir el contagio son los mismos. El Sistema de Vigilancia de Infección Respiratoria Aguda (SiVIRA), que monitoriza la circulación de estos virus respiratorios, es el encargado de vigilar sus comportamientos. 

Tanto el coronavirus, como la gripe y el resfriado, son enfermedades causadas por virus respiratorios diferentes, pero que se transmiten igualmente por gotitas y que pueden quedar suspendidas en el aire o depositarse en diferentes superficies. 

Al toser o estornudar, el primer instinto es tapar con las manos la boca y nariz, pero esto es un grave error que hace contagiar a otras personas, propagando así el virus. 

Estas son las aberraciones que cometes y que, si las corriges, pueden evitar el contagio de la gripe, el resfriado común y sí, todavía del coronavirus. 

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1. No te lavas bien las manos

Básico pero necesario de recordar. Muchos de los contagios se producen porque al estornudar o toser, el primer instinto es siempre llevarse las manos a la boca y la nariz. 

Incluso, si se reprime el estornudo, las partículas que se sueltan y que contienen el virus se depositan en las manos con las que después se tocan los pomos de las puertas, las barras del metro u otro tipo de superficies. 

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Además de elegir el interior del codo para estornudar, lavarse las manos es primordial para evitar contagiarse de la gripe, el resfriado o el coronavirus. 

2. No utilizas gel desinfectante de manos

El gel hidroalcohólico se han convertido en un aliado desde que comenzó el coronavirus. La imposibilidad de lavarse las manos todo el tiempo hizo que estos geles fuesen la solución perfecta para mantener las manos limpias. 

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El que mata los gérmenes por completo son aquellos que contienen un 60% de alcohol, es recomendable utilizarlos una o dos veces al día junto al lavado de manos, ya que los dermatólogos han advertido que un uso abusivo puede ser perjudicial.

3. No cierras el grifo con un papel o una toalla

Ser cuidadoso en los pequeños detalles no supone demasiado esfuerzo. Hay muchas personas que no cumplen con los gestos sanitarios básicos, como es lavarse las manos después de ir al baño. 

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Uno de los sitios donde más se concentran los gérmenes es en el mando del grifo de los lavabos públicos. Utilizar un papel después de haberse lavado las manos para evitar volver a coger gérmenes o virus, es un buen hábito que reducirá las posibilidades de contagio. 

4. Utilizas los secadores de manos públicos

Estos modernos y ecológicos (se reduce el uso de papel) aparatos para secarse las manos se han extendido por todos los baños públicos. 

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La realidad de estos dispositivos, algunos de ellos muy modernos y con gran potencia, en realidad son una fuente de virus y gérmenes que se traspasan a las manos recién limpias e incluso esparcen bacterias fecales. 

5. Saludas o abrazas a gente que puede estar enferma

Evitar a las personas enfermas para no contagiarte también parece de sentido común, pero la verdad es que muchas veces invade la presión de no ser ofensivos si una persona parece estar enferma. 

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En este caso, siempre es mejor ser prudente y adelantarte a un saludo sin contacto. Después del COVID-19 para algunas personas, todavía sigue resultando chocante saludar a las personas por el miedo a contagiarse. 

6. Te tocas la cara constantemente con las manos

Otra de las lecciones que el COVID-19 ha dejado es a no tocarnos la cara con las manos. Como hemos explicado antes, muchos de los virus y microbios se encuentran en las manos, por lo que el contacto con los ojos o la boca puede provocar el contagio. 

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7. No limpias los equipos del gimnasio antes de utilizarlos

Los virus se pueden depositar en cualquier lado, y el gimnasio es uno de los lugares predilectos para contagiarse de la gripe o del resfriado. 

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Además de la sudoración y la condensación del ambiente, los diferentes utensilios y herramientas que encuentras en los centros de entrenamientos pasan por mil manos a lo largo del día, por lo que limpiar las superficies antes de usarlas, es una de las formas en las que se puede prevenir el contagio. 

8. No ventilas suficiente las habitaciones

Aunque el fin principal de abrir las ventanas no sea solo la prevención de los virus, es un buen hábito al levantarse. 

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Renovar el aire, en este caso, de forma natural, abriendo las ventanas hará que mejore la calidad del aire de tu casa y reducirá las probabilidades de contagio con algunas de las partículas que puedan estar suspendidas en el aire. 

9. Compartes vasos, cubiertos o servilletas

Este gesto que se suele hacer con parejas o amigos es una de las principales causas de contagio. Las partículas infecciosas que contienen el virus se depositan directamente en la comisura del vaso. 

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Es imprescindible para evitar coger la gripe, el resfriado, o sí, todavía el coronavirus, es asegurarse de que cada amigo o familiar tenga su propio vaso y cubiertos.