Comer un pincho de tortilla de patatas todos los días, ¿es bueno o malo?

Es uno de los símbolos de la gastronomía ibérica por antonomasia, reina de los pinchos de los bares, tapa ideal para desayunos salados y picoteo frecuente en las reuniones de amigos. Algunos la prefieren tan jugosa que el huevo se desparrame, y otros, más hecha. El debate de si es mejor con cebolla o sin cebolla es eterno e irresoluble. Sí, hablamos de la tortilla de patatas. 

¿Es bueno comer un pincho de tortilla todos los días? ¿Se considera un producto saludable o malo para la salud? 

Aunque en la actualidad cocinar una tortilla de patatas cueste ahora más del doble que en 2020 —un estudio de eToro concluye que el coste ha aumentado un 113%, especialmente por el encarecimiento de la cebolla y la patata, seguidas de aceite de oliva y huevos—, los españoles siguen sin renunciar a ella. 

Empezando por el principio, ¿qué nutrientes aporta la tortilla de patatas? En su composición hay principalmente 3 ingredientes: huevos, patatas y aceite, que puede ser de girasol para freír las patatas o de oliva, este último más saludable y rico en ácidos grasos sanos como el ácido oleico. 

Los huevos son uno de los alimentos más nutritivos del planeta, y están considerados la mejor fuente de proteína de alto valor biológico. Un solo huevo aporta 6 gramos de proteína y 14 nutrientes esenciales, como las vitaminas A, B, D y E, y minerales como calcio, fósforo, zinc, hierro, selenio y yodo.

Por su parte, las patatas son una buena fuente de carbohidratos, vitaminas como la C, la B6 o la niacina y minerales como el potasio, el manganeso, el magnesio o el fósforo, por lo que resultan muy recomendables dentro de una dieta equilibrada. Recuerda, eso sí, que muchos nutrientes están concentrados en su piel, por lo que es mejor comerlas con ella. 

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Una patata mediana aporta 160 calorías, casi nada de grasa, 4,3 gramos de proteína, 36,6 gramos de carbohidratos y 3,8 gramos de fibra. 

Del aceite de oliva virgen extra no se paran de descubrir virtudes: es una fuente clave de grasas saludables como el ácido oleico, vitamina E o los antioxidantes polifenoles. Protege contra la hipertensión, el colesterol, las enfermedades cardiovasculares, el deterioro cognitivo, la diabetes o la depresión. 

La tortilla también puede incorporar otros ingredientes saludables, como pimiento, cebolla o calabacín, u otros menos saludables y más procesados, como el chorizo.

¿Cuál es el principal problema de los ingredientes de la tortilla de patatas? Su modo de preparación, ya que las patatas fritas son mucho menos saludables que las cocidas o asadas debido a la fritura, el uso de aceites recalentados o el exceso de sal. Lo mismo sucede con los huevos: la forma más sana de prepararlos es cociéndolos o escalfándolos. 

Otro de los inconvenientes está relacionado con los acompañamientos que escogemos para tomar un pincho de tortilla en un bar: más tapas fritas como croquetas, salsas industriales como la mayonesa, consumiciones alcohólicas como el vino o la cerveza o ganchitos y otros snacks ricos en sal, grasas saturadas y conservantes. 

Por otro lado, la tortilla de patatas se puede consumir en forma de bocadillo o con mucho pan blanco, lo que no resulta recomendable si no se quiere abusar de los carbohidratos refinados, ligados a los picos de glucosa en sangre, el mayor riesgo de diabetes, la obesidad o a la ansiedad y la depresión.

¿Qué pasa si como tortilla de patatas a diario?

En síntesis, la tortilla de patatas está compuesta por ingredientes saludables y completos, que aportan a tu organismo multitud de nutrientes. 

No obstante, comer un pincho de tortilla todos los días no es recomendable: el elevado contenido en almidón de la patata, la fritura y el exceso de sal pueden provocar que aumentes de peso, que tu colesterol suba y que aumenten tu riesgo de hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

Demasiada sal también está asociada a la retención de líquidos y a la hinchazón abdominal. 

Mientras, demasiados carbohidratos elevan tu peligro de diabetes, y tampoco son recomendables en dietas para controlar el peso. Los alimentos fritos tampoco deben ser una constante diaria: se han relacionado con mayor riesgo de cáncer, e incluso con alteraciones hormonales relacionadas con asma, obesidad y problemas posteriores de fertilidad.