Los peores alimentos para la longevidad: cómo perjudican tu salud estos productos que consumes a menudo

Qué alimentos alargan la vida. "Los 4 pilares de todas las dietas de longevidad del mundo son los cereales integrales, las verduras, los frutos secos y las legumbres", explicó a Business Insider Dan Buettner, el gran conocedor de las zonas azules.

En estas regiones del mundo sus habitantes llegan mayoritariamente a los 100 años con una salud envidiable. Entre los factores que contribuyen a ello, claramente destaca la dieta que siguen.

Esto se debe a que lo que comes influye y mucho en tu proceso de envejecimiento. Después de todo, aproximadamente una de cada 5 muertes se debe a una mala alimentación, según un estudio de 2019 publicado en The Lancet

Lo más preocupantes es que buena parte de los alimentos que contribuyen al riesgo de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta son alimentos básicos y comunes en muchos hogares.

Lo que pones en tu plato no solo contribuye a la larga favoreciendo el envejecimiento de tus órganos, provocando la aparición de afecciones incluso antes de tiempo. A corto plazo puede hacerte engordar, dormir peor o comprometer tu memoria.

Basándose en los preceptos de las zonas azules, aquí los alimentos que más comprometen la longevidad.

Carnes procesadas y rojas

Su consumo lleva años siendo vinculado a un mayor riesgo de enfermedades importantes, entre las que se incluyen accidente cerebrovascular, problemas de corazón o diabetes tipo 2. También de cáncer como el colorrectal, el de páncreas, el de próstata y el de mama. 

De acuerdo a Walter Willett de la Escuela de Salud Pública de Harvard, los fiambres, el tocino y las salchichas son algunos de los tipos que más dispararán estos riesgos. Es decir, la carne procesada, aquella que se conserva ahumada, curada, salada o a la que se añaden conservantes químicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la carne procesada como Grupo 1 cancerígeno para las personas, y a la carne roja como Grupo 2, por su capacidad para provocar cáncer colorrectal. Las autoridades sanitarias de Francia recomiendan comer menos de 150 gramos de embutidos a la semana para limitar este riesgo.

Bebidas azucaradas

Los refrescos, zumos envasados, bebidas energéticas... todas estas bebidas incorporan altas dosis de azúcares añadidos. Lo que por un lado te aporta un montón de calorías vacías que comprometen tu peso. Lo cual no es lo mejor que puedes hacer si aspiras a vivir más.

Además el exceso de azúcares se ha relacionado con un sin fin de perjuicios para la salud. Si bebes refrescos todos los días puedes debilitar tus huesos, dañar tus dientes, o desarrollar resistencia a la insulina.

Su consumo se ha relacionado además con mayor riesgo de ictus e infarto. También de cáncer y azlhéimer. A la larga, una mala absorción crónica del azúcar puede causar enfermedades como las del hígado graso no alcohólico y una inflamación que puede progresar a cicatrización avanzada o cirrosis.

En 2018 una investigación realizada sobre población estadounidense estableció que cuantas más bebidas azucaradas consumía una persona más aumentaba el riesgo de muerte prematura, sobre todo por enfermedades cardíacas.

Carbohidratos y azúcares refinados

A los hidratos refinados, a diferencia de los complejos, se les ha quitado fibra y otros nutrientes, convirtiéndolos en azúcares de rápida absorción. Lo que pude provocar un rápido aumento de los niveles de azúcar e insulina en sangre.

De ahí que la Escuela de Medicina de Harvard sostenga que consumir arroz blanco tiene casi el mismo efecto negativo que comer "azúcar de mesa pura".

Una definición que también sirve para la pasta refinada, el pan blanco, la bollería industrial, los refrescos y otros alimentos altamente procesados. En su lugar opta por las versiones 100% integrales de estos productos.

Las consecuencias no hacerlo incluyen mayor probabilidad de obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardíacas, fatiga y de cáncer.

Alimentos ricos en sal

El sodio es un mineral esencial para la salud, ya que ayuda a la función nerviosa y muscular mientras mantiene el equilibrio de líquidos. 

Sin embargo, consumir niveles elevados de sodio, que normalmente se encuentra en la sal, puede ponerte en peligro. El exceso de sal está relacionado con el aumento de la hipertensión y por tanto con problemas cardiovasculares. También es causante de enfermedades autoinmunes, de riñón y cáncer de estómago, según el popular médico Joel Fuhrman.

Las tasas de accidente cerebrovascular, eventos cardiovasculares importantes y muerte por cualquier causa disminuyen con un sustituto de reemplazo que con la sal, mostraron los hallazgos de un estudio publicado en The New England Journal of Medicine.

La OMS recomienda que la ingesta diaria de sal no debería superar nunca los 5 gramos, algo menos que una cucharilla de té. Lo que fácilmente puedes sobrepasar si abusas de ultraprocesados y comida rápida.

Alimentos fritos

Este modo de cocinar la comida hace que resulte deliciosa. Pero también mucho menos saludable. El proceso de fritura implica cocinar los alimentos en altas cantidades de aceite caliente, lo que dispara el contenido calórico y genera compuestos nocivos. 

Estos, conocidos como aminas heterocíclicas (HCA) e hidrógenos aromáticos policíclicos (PAH), según el Instituto Estadounidense del Cáncer son mutagénicos, es decir, muestran capacidad para provocar mutaciones celulares que pueden aumentar el riesgo de cáncer.

Incluso una pequeña porción de comida frita puede poner en riesgo la salud de tu corazón. Un  estudio estimó que una ración normal de patatas fritas de McDonald's a la semana es suficiente para aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.