15 gastos de los que te debes desprender ahora para tener una mejor jubilación

Si quieres vivir una buena jubilación necesitas conseguir ahorros suficientes que te ayuden de no depender sólo de la pensión, que en muchos casos suele ser demasiado baja. 

Muchas personas cometen el error de empezar el ahorro pocos años antes de llegar a la edad de jubilación. En realidad, lo más adecuado es hacerlo desde que eres joven. 

Eso sí, ahorrar no es fácil, sobre todo si a lo largo de tu carrera laboral vas a recibir sueldos más bien bajos. En estos casos hay que tirar de imaginación y de otro tipo de soluciones.

Crear hábitos y darte pequeñas recompensas inmediatas: así puedes ahorrar hasta 4 veces más dinero

No hace falta ganar una gran cantidad de dinero para ahorrar: basta con recortar ciertos gastos que resultan innecesarios aunque no lo hayas pensado.

Así lo expone el portal especializado en finanzas GoRankingBanks, que recopila una serie de gastos que son muy habituales pero de los que te puedes deshacer para un mejor ahorro.

A continuación, se muestran 15 cosas en las que debes gastar menos dinero a partir de ahora para tener una mejor jubilación.

1. Deja de tomar café fuera de casa

Si eres de los que se levantan más tarde de lo que deben para ir a trabajar seguro que tomas el desayuno fuera de casa, ya que es más rápido que preparártelo tú.

El gasto no es muy grande, sobre todo cuando tomas sólo un café, pero al ser algo diario la cantidad se va haciendo cada vez más y más grande, dificultando el ahorro.

Tener una buena cafetera en casa te ayudará a desprenderte de este gasto, ya que te apetecerá desayunar en la calidez del hogar, mucho más barato que en una cafetería. 

2. Si vas a comprar un coche, no te decidas por el último modelo

Este es un sacrificio fácil de cumplir y que te va a ayudar a ahorrar. 

Si tienes que comprar un coche no te decantes por el modelo más novedoso: son caros y no tardan demasiado en bajar de precio.

Optar por un coche de segunda mano suele ser una opción inteligente, siempre y cuando no tenga demasiados años como para romperse pronto.

Según advierte la DGT, comprar un coche que tiene más de 7 años ya deja de ser una buena idea, debido a que aumentan las posibilidades de accidente. Así que cuidado con esta alternativa. 

3. El tamaño sí importa: es mejor vivir en una casa pequeña

Tener una casa modesta es una obligación para todo aquel que no dispone de dinero suficiente para una vivienda mejor.

Lo más probable es que esta decisión no te suponga un gran sacrificio, pero incluso si te puedes permitir una vivienda más grande y ostentosa lo mejor es que lo pienses 2 veces.

Esta inversión es de las más caras que puedes realizar en tu vida, y en muchos casos termina condenando el ahorro durante décadas.

Un piso pequeño siempre te ayudará a ahorrar más que una gran casa con jardín. Aquí entran en juego tus prioridades. Toma la decisión teniendo en cuenta todos los matices. 

4. Los viajes cortos y cercanos son los mejores

Viajar es una de las mejores formas de aprovechar el tiempo: conoces otras culturas y desconectas de tu rutina.

Sin embargo, hacer viajes de forma recurrente y a sitios lejanos es la mejor forma de entorpecer el ahorro.

No es necesario que acudas todos los años a una isla paradisíaca, a veces los mejores viajes son los que haces en tu propio país o a lugares cercanos, sobre todo para tu bolsillo.

Aprovechar las ofertas y tratar de conseguir descuentos para tus viajes también es una buena idea. 

5. No te suscribas a muchos servicios: selecciona los que más te interesen

Es la era de las plataformas digitales, gran parte del mejor entretenimiento de esta época se encuentran en ellas, pero esto no es una excusa para suscribirte a todas.

Puede parecer que se trata de un gasto superfluo, pero si vas sumando suscripciones acabarás invirtiendo una importante cantidad de dinero cada mes, que además es fija.

Lo mejor es que elijas la plataforma cuyos contenidos se adapten mejor a tus gustos, pues al final no vas a ver todas las series y películas de todas las plataformas. 

6. Llévate la comida al trabajo y no salgas a comer fuera cada día

Si trabajas de forma presencial lo más saludable y económico es que lleves la comida ya preparada de casa. 

Cierto que preparar la comida para toda una semana de trabajo no suele ser tarea de buen gusto, pero sí que es lo más económico.

Si trabajas en casa evita las tentaciones de comer en exceso y de pedir comida a domicilio constantemente. 

7. Beber alcohol con tus amigos es una gran fuente de derroche

Es el típico plan de muchos grupos de amigos cada fin de semana: quedar en un bar y empezar a pedir rondas y rondas de cerveza o de otros licores.

Pero, además de que el alcohol puede dañar seriamente tu salud, también tienes que pensar en lo perjudicial que resulta para el bolsillo.

Una juerga de vez en cuando no le sienta mal a nadie, pero convertirlo en hábito no es una buena decisión económica. Calcula lo que gastas cada noche que sales con amigos y échate a temblar.

8. No contrates ayuda externa: hazlo tú mismo

Contratar a una asistenta es normal en todos aquellos que no tienen demasiado tiempo para hacer las tareas del hogar.

Pero hay que reconocer que también es un gasto, y en muchas ocasiones no hay inconvenientes en limpiar uno mismo su propia suciedad.

Lo mismo ocurre con ciertas reparaciones sencillas que tienes que hacer en casa: aprender por ti mismo te ayudará a ser más independiente y a gastar menos dinero. 

9. Las marcas blancas del supermercado son tus mejores aliadas

Buena parte del gasto diario o semanal se hace en el supermercado, donde también puedes ahorrar mucho dinero si sabes hacerlo.

La forma más fácil es recurrir a las marcas blancas. Todos los establecimientos venden productos con sus propias marcas y son más económicos que los de primera línea.

Esta estrategia la puedes aplicar en artículos de alimentación, higiene, limpieza o belleza.  

10. Acostúmbrate a caminar o usa transporte público

Otro de los mayores gastos que puedes tener es el del combustible de tu coche. 

Utilizar tu vehículo sólo cuando resulte necesario y priorizar el transporte público como costumbre acaba generando una buena base para el ahorro.

Ir a sitios relativamente cercanos caminando también es una gran opción, además de ser beneficiosa para tu salud.

11. Vivir solo es mucho más caro

Compartir piso con amigos o conocidos (incluso con desconocidos) es un gran respiro para tu cuenta bancaria, sobre todo en las grandes ciudades en las que los precios están disparados.

Marcharte a vivir solo cuando tus finanzas todavía no están preparadas para ello es otro error habitual en el que no debes caer.

Además, compartiendo piso no sólo ahorras en el propio alquiler, sino en otros gastos como la factura de la luz, la comida o productos de limpieza que compraréis entre todos los compañeros. 

12. No te decantes por las primeras marcas al vestir

Con la ropa debes seguir la misma normal que en el supermercado: elige marcas más baratas que las de primera línea.

Tiendas como Zara, Primark o H&M te ayudarán a tener el armario repleto de ropa sin tener que gastar una gran cantidad de dinero. 

Puedes reservar el mayor gasto de una marca más cara para una prenda especial, por ejemplo si tienes un evento importante al que debes ir bien vestido, como una boda. 

13. Evita los pequeños vicios

Vicios como el tabaco o el alcohol hacen un gran daño a tu cuerpo y desde luego tampoco son buenos para el bolsillo.

Si consigues dejar de fumar vas a agradecerlo: estarás más sano y dejarás de gastar dinero en un vicio que no te aporta nada.

El mismo consejo se debe aplicar a cualquier adicción.

14. No es necesario que tengas 2 coches

Algunas familias compran 2 coches, uno para cada parte de la pareja. 

Aunque te lo puedas permitir económicamente no deja de ser un gasto innecesario. Teniendo un solo coche se puede turnar y que lo use la persona que más lo necesita a cada momento.

Volviendo a uno de los puntos anteriores: utilizando el transporte público u otras opciones como el carsharing se ahorra dinero.

15. Huye de lujos innecesarios

Acudir a actividades caras de frecuentemente, por ejemplo a recibir un masaje, ir a un espectáculo cuyas entradas no son baratas o alojarte en un hotel de gran calidad, supone un agujero enorme para tus finanzas.

Reserva este tipo de caprichos para situaciones especiales.